20 de abril de 2011

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¿Qué tal cargas tu cruz?

Todos tenemos la nuestra. Unas son macizas, otras ligeras tipo cartón piedra. Unas insoportables, otras leves, y otras a ratos insufribles y a ratos ligeras como plumas.


Todos arrastramos nuestro pasado, nuestras circunstancias presentes, pero la manera de afrontar la vida es muy diferente entre los mortales. Hay personas que sufren más, otras que lo llevan mejor; luchadoras, cobardes; humanos agarrados a lo divino y autosuficientes y/o incrédulos otros; gentes que arrastran el sentimiento de culpa simplemente por el desliz de Eva, otros, en cambio, dañinos por naturaleza y no presentan ningún indicio de arrepentimiento.

Mi consejo es sencillo, y está sujeto a la normativa de prevención de riesgos laborales... las cargas pesadas nunca han de soportarse de manera individual, dejémonos ayudar para salvaguardar nuestra espalda, nuestros sentimientos, nuestras entrañas. 

Una vez localizada nuestra cruz, a la hoguera con ella. Hecha cenizas podremos resurgir, tipo ave Fénix.

Porque volar con la cruz "a rastras" es complicado. Fuertes en la pasión....


            ¡Feliz redención!
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11 comentarios:

  1. Buena entrada para estos días y mejor análisis.

    Grande o pequeña, todos tenemos nuestra cruz. Su peso depende más de nosotros que de su tamaño... y a veces una buena forma de hacerla más liviana es ayudar a los demás con las suyas.

    Nos quedamos con eso de quemarlas, convertir en calor y en luz lo que antes era una rémora... y después levantar el vuelo.

    Saludos, compañero.

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  2. Muy buen consejo, aunque es difícil de cumplir, pero hay que intentarlo, desde luego el camino es mas fácil si se va ligera de peso, de eso no hay dudas.
    Un abrazo y que pases una feliz Semana Santa.

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  3. En vista de que no había manera de deshacerme de ella, yo la mía se la he enviado a Domenico Dolce y steffano Gabbana para que, ya que va para largo, me la dejen fabulosa.

    Feliz Santa Semana!

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  4. Me ha encantado vuestro comentario gariteras. Palabras perfectamente utilizadas y con gran sentido.

    La mía no pesa nada con compañer@s como vosotras. Ya ni veo tierra.

    Un abrazo, dueñas del garito!

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  5. Tenemos la suerte de tener siempre a alguien que comparta nuestra carga. Hay que dejarse ayudar, para que en el camino olvidemos, incluso, que cargamos con la cruz.

    Un abrazo bichillo!

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  6. Entonces, Dorothy, convertirás tu tortuoso camino en una pasarela de alta carpintería. Yo desde luego no me pierdo tu desfile. En las "cruces", como en todo en la vida, también hay tendencias.

    Un beso desde mi outlet-cruz!

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  7. Todos arrastramos alguna o algunas cruces, la cuestión es como se arrastra.
    Hay que asumir que eso forma parte de la vida, e intentar sacar lo mejor de esa experiencia, creo que es una manera de evitar que pese demasíado.
    Besos con saetas.

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  8. Lo importante no es la cruz sino cómo se lleva, claro.
    Buena y apropiada entrada para esta semana...
    Besos,

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  9. Claro que forma parte de la vida, la diferencia está en la respuesta que nosotros damos ante su carga. Hay gente que lo sobrelleva de maravilla, otros arriñonados.

    Un beso Ely!

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  10. Carmen, esa es la clave. La tuya es transparente porque ni se vislumbra.

    Un beso!

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  11. Siento llegar con tanto retraso a comentar, pero las vacaciones de Semana Santa me han abordado en vez de abordarlas yo a ellas, al menos espero que te lo hayas pasado bien y hayas disfrutado y/o descansado.

    Tienes toda la razón en que todos cargamos con nuestra propia cruz, unas más pesadas que otras y que a veces menguan o aumentan de tamaño; hasta creo que no todas son de madera, sino que hay algunas de hierro que se oxidan con los años.

    Un beso y espero que todos lleguemos pronto a alguna hoguera para deshacernos de tan pesada carga... Quizá en la noche de San Juan... ¿verdad?

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Pesa las opiniones, no las cuentes.