Palabras de Salvador de Madariaga en la Conferencia de la Haya, "Congreso de Europa" (1948).
"Ante todo, amemos a Europa, nuestra Europa sonora de las carcajadas de Rabelais, luminosa de la sonrisa de Erasmo, chispeante del ingenio de Voltaire, en cuyos cielos mentales brillan los ojos fogosos de Dante, los claros ojos de Shakespeare, los ojos serenos de Goethe, los ojos atormentados de Dostoievski, esta Europa a la que siempre sonría la Gioconda, y en la que Moisés y David surgen a la vida perenne del mármol de Miguel Angel, y el genio de Bach se alza espontáneamente en los aires de la melodía para quedar captado en su geometría intelectual; dondeHamlet busca en el pensamiento el misteio de su inacción y Fausto busca en la acción consuelo al vacío de su pensamiento; donde Don Juan ansía hallar en las mujeres que topa la mujer que nunca encuentra, y Don Quijote, lanza en ristre, galopa para obligar a a la realidad a alzarse sobre sí misma; esta Europa en donde Newton y Leibniz miden lo infinitesimal, y las catedrales, como dijo inmortalmente Musset, rezan de rodillas en sus trajes de piedra; donde los ríos, hilos de plata, hacen rosarios de ciudades, joyeles cincelados en el cristal del espacio por el buril del tiempo".
¡Qué pena que a veces nos pongan tan difícil el amar a nuestra querida Europa!
ResponderEliminarOtra Europa es posible, está claro. Pero de momento la unión ha creado una identidad que como poco ha terminado con las guerras entre potencias europeas. Si miráramos hacia atrás, a lo mejor valoraríamos más lo que tenemos...
ResponderEliminarSaludos amiga descreída (no digo que sin falta de motivos...)
Europa, pues si tiene mucho que amar, es indudable, pero tambien nos da motivos para no amarla tanto, no? Como tu dices otra Europa es posible y otro mundo. Como he oido hoy no recuerdo donde mientras las personas tenga capacidad para cambier el mundo podra cambiar.
ResponderEliminarUna Europa unida sería una potencia cultural, innovadora, tecnológica y con mucho que decir a nivel mundial. Ojala consiguieramos llegar a pensar en esa Europa integradora.
ResponderEliminarEl tema da para mucho.
Saludos.
Esa Europa general, que busca lo que nos hace a todos los hombres hermanos y no lo que nos diferencia, la que cree que las persona deben estar por encima de religiones, condiciones sociales, sexos e ideologías.
ResponderEliminarUn sueño por el que luchar para que no se convierta en una Europa que se encastilla contra el mundo al que ha exprimido para ser rica.
Gracias por recordarnos este maravilloso fragmento de Madariaga, compañero.
Nunca había tenido la ocasión de leer estas palabras de Salvador de Madariaga y la verdad es que me he emocionado, casi me da vergüenza admitirlo, pero me acaba de asediar un pequeño síndrome de Stendhal; reunir en un texto todas estas grandes cosas del pasado me produce un sentimiento de unidad y bienestar... aisss!
ResponderEliminarAmemos a Europa aunque a veces todo nos parezca que se tuerce, y en un futuro no muy lejano haremos esta lista mucho más extensa, cuando miremos atrás maravillados de lo que hemos conseguido.
¡Un beso!
Cambiar (el mundo) se puede cambiar, estoy seguro de ello. Pero dudo más el que se pueda cambiar a mejor.
ResponderEliminarUn beso bichoraro!
Lo malo de Europa es que siempre (en los últimos tiempos) ha sido como la hermanita pequeña, sin voz, de EEUU.
ResponderEliminarBonitos deseos Ely!
Gracias gariteras, bonitas palabras las que nos brindáis.
ResponderEliminarUna utopía europea preciosa.
La cultura europea tiene un bagaje muy espléndido. El problema es que el odio y la barbarie también. Aprendamos de los errores del pasado.
ResponderEliminarSaludos Fátima!