Y es que es muy difícil amoldarse a los grandes cambios, porque nos configuramos de una manera y nuestra edición "html" es más complicada que la del blog, de copiar y pegar unos textos de programación ya creados. Nos cuesta borrar los códigos aprendidos (profesionales, morales, culturales,..).
Pero a veces no queda otro remedio que cambiar, no debemos tener tanto miedo al cambio (las personas también pueden reciclarse). Aunque es muy fácil decirlo...
Ya que mi última entrada hablaba del cine, quería dejaros unas imágenes que representan este concepto del desaprender, la dificultad de pasar de actor cómico de teatro itinerante a extra en rodaje de película
(El viaje a ninguna parte de Fernando Fernán Gómez).
'El viaje a ninguna parte' es uno de mis libros y de mis películas favoritas. Y sí, cuesta más desapernder que aprender algo de cero, los viejos vicios están siempre ahí, a la espera de un bajón para sacar de nuevo la cabeza. No es imposible, pero sí muy muy difícil.
ResponderEliminarUn beso
Gracias Dorothy, ya pensaba que esta entrada se quedaría virgen de comentarios. También me encanta "el viaje a ninguna parte" que tiene la suerte de ser escrita y dirigida por la misma persona, así que es de suponer que la película transmite lo mismo que quería transmitir el libro.
ResponderEliminarExplicas muy bien lo que cuesta desaprender .
Un beso!
Yo escribí un comentario para esta entrada, pero por lo que veo se debió perder por los mundos de la red porque no te ha llegado...jops!
ResponderEliminarBueno, pero no te preocupes, que no me importa repetir (más o menos) lo que te había puesto, siempre me gusta compartir en tu blog un ratito de mi tiempo y mis opiniones...
Te decía en el comentario anterior que no había visto "El viaje a ninguna parte" y que buscando por la red me había llamado la atención que aparte de la película, es la novela de Fernando Fernán Gómez.
Respecto a lo de desaprender, desde luego es muchísimo más complicado que aprender, a mi juicio no consiste en olvidar lo aprendido (eso creo que no sería del todo correcto), sino en adquirir nuevos conocimientos y experiencias que vayan paralelas a las que uno tiene.
Desaprender conlleva un cambio como bien dices y normalmente tendemos a asustarnos con los cambios porque, en definitiva, cualquier cosa que se salga de la rutina, lo desconocido, nos da miedo, aunque sea bueno.
No sé si he sonado un tanto contradictoria o me he expresado bien, hoy me he levantado un tanto espesita y creo que en el mensaje perdido se comprendía mejor mi mensaje... jajaja!
¡Un beso!
Debe ser difícil sí, lo veo casi a diario, cuando me dicen: "no sé hacerlo". Me cuesta entenderlo, la vida es cambio, a lo mejor es que me he reciclado tantas veces que ya he olvidado lo que cuesta tomar la decisión. Pero encuentro emocionante los cambios. ¿Estoy muy mal?
ResponderEliminarBesos
Curiosa la reflexión que haces. También muy cierto lo difícil que es desprenderse de los recursos y manías adquiridos con el tiempo y provoca el miedo a lo desconocido.
ResponderEliminarSaludos, compañero.
Siento mucho que se haya perdido tu comentario, Fátima. Sé que da un poco de rabia, porque me ha pasado a veces en tu blog, ya sabes ;)
ResponderEliminarEs una novela muy recomendable, personalmente (como a Dorothy) me chifla.
Te entiendo perfectamente, pero es cierto que repetir un mensaje igual es complicado (y siempre suele salir peor, por qué sera?).
Un beso y gracias por el doble esfuerzo!
No estás mal, eres valiente y la vida te ha obligado a serlo, supongo.
ResponderEliminarEsperemos tomar tu ejemplo (los conversacionistas).
Un beso Elysa!
Es cierto gariteras, lo de las manías me da manía. Todo aquello que entiendo que es susceptible de ser considerado como manía intento desmontarlo. No quiero ser maniático aggggggggg. ;)
ResponderEliminarBesos compañeras!