Llegan los tiempos de la niebla a mi ciudad. Se forma una contradicción apasionante, sé que no es buena la ausencia de luz solar y que el estado de ánimo se resiente, muy mucho, en esta época. Pero por otra parte, me encanta la atmósfera de misterio que se genera, unida al frío que nos tapa, del que huimos entre capas, que deja a la vista solamente nuestra mirada, cerrados herméticamente al exterior pero con la puerta abierta del alma.
La noche potencia todos estos elementos y los conjuga con instintos que afloran, destacando el miedo y el deseo.
Todo lo mencionado puede ser la causa o la consecuencia de que me encante Brassaï (Gyula Halász), fotógrafo húngaro que desarrolló su obra en París. Captó la esencia de la noche en sus calles de manera magistral.
Su obra es una radiografía nocturna de la metrópoli francesa: su vida bohemia, misterio, l'amour, belleza, miserias...
Espectaculares fotografías, retratan fielmente en cada toma lo que representa la noche, con un aire de romanticismo y misterio inigualable; ya se sabe que la noche se asocia con muchas cosas que, por una parte nos asustan y desconocemos, pero por otra nos cautivan, quizá porque la inmensa mayoría nos sentimos atraídos por averiguar lo que oculta la noche bajo su capa de oscuridad.
ResponderEliminarYa había oído hablar de Brassaï, pues a mi profesor de fotografía artística le encantaba; pude admirar unas recopilación de sus obras en un libro que me sugirió sacar de la biblioteca; un libro muy recomendable incluso para los profanos en este arte, lástima que no recuerde el título para compartirlo en tu blog y porque me hubiera gustado adquirirlo para mi colección de libros de arte.
La noche modifica y transforma tanto cualquier escenario que, yo misma a veces, cuando recorro de manera nocturna ciertos lugares que suelo transitar de día, no reconozco el entorno que visito.
Un besote y enhorabuena por esta entrada.
Oh, monsieur, qué maravilla!
ResponderEliminarYo adoro el ambiente bohemio de las noches de París, y ese contraste entre luz y oscuridad. Paris parece dos ciudades diferentes, una de día y otra de noche.
Maravillosas fotografias las que nos muestra.
Feliz tarde
Bisous
Me encanta pasear de noche, cuando la ciudad duerme. Es muy relajante su silencio y se puede caminar y pensar, dejando descansar los sentidos y volar la imaginación.
ResponderEliminarHe dejado algunas fotos de Brassaï en la recámara para otras entradas de temáticas diversas.
Un besazo Fátima!
"El espectáculo debe continuar", pero tenga cuidado Dame, en el París bajos fondos las señoritas de alta alcurnia corren peligro.
ResponderEliminarUn beso, me alegro le haya gustado!
Hola Un bonito dia para ti, quiero felicitar por tan bellas fotografias, muy fascinantes , me encantaron.
ResponderEliminargracias por compartirlas.
un beso
...(¯`v´¯) ♥ ♡♥
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...¸.•´SilencioDeLaNoche
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Me encanta la noche.... y todo lo que conlleva...;)
ResponderEliminarNo me gusta tanto la niebla, y mucho menos el frio, me acobarda. Lo bonito que es el verano y la luz del sol, lo q contrasta mucho con las fotos, muy bonitas, por cierto.
Tengo fotos muy chulas de mi ciudad de noche, te las pasaré, seguro te gustan.
Bss
Me alegro te hayan gustado, silenciodelanoche.
ResponderEliminarComo he dicho dos comentarios más arriba me gusta esa cualidad, el silencio de la noche.
Un beso y bienvenida!
Todo lo que conlleva? prostitución, drogas, alcoholismo, recogida de basuras, ambulancias... jajaja.
ResponderEliminarEs genial la noche, hablando ahora en serio.
No te quejes, por tu zona poco frío se pasa, y no dudes en compartir esas fotos...
Un beso Marta!
Joer, es que siempre miras el lado negativo de las cosas.
ResponderEliminarVen conmigo, solo un par de días, y verás como cambias la perspectiva.....
Y no pienses en una proposición indecente...
¿O si? jejeje
Estaba de broma. Pero si, tengo facilidad para ver el lado negativo, por mi genética e historia. También valoro los aspectos bellos y buenos de la vida.
ResponderEliminarEstoy seguro de que me contagiarías optimismo. Presupongo decencia siempre, aunque no sé si debería...
Besos castos.
No conocía a Brassaï. Bueno, realmente conozco a pocos fotógrafos, quitando quizá a Man Ray y pocos más :-( Pero te agradezco muchísimo que hayas colgado estas maravillosas fotografías. Me han encantado. Las encuentro muy sugerentes y bohemias, o como tú bien apuntas: rodeadas de un halo de misterio. Me recuerdan mucho a la película de Carol Reed El tercer hombre, en esa Viena fría poblada de sombras son sus múltiples callejuelas en plena IIGM. Tomo nota y espero que nos sigas deleitando con nuevos descubrimientos. Saludos.
ResponderEliminarHola Edurne, mi comentarista sin cara preferida. Yo tampoco soy experto en fotógrafos, pero este me encanta. Llegue a él hace años, orientado por una amiga.
ResponderEliminarEsa peli es la adaptación de la novela homónima de Graham Greene, la cual pude adquirir, este año, en la Feria del libro, a un precio irrisorio.
Me alegro de publicar algo novedoso para una persona tan entendida como tú.
Un beso.