9 de junio de 2011

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Exámenes en Junio


Sé que es horrible. Tener exámenes en junio y julio es insano. El buen tiempo, el ambiente cargado, las terrazas, los días interminables... Todos los factores van en contra de ti, y encima, para acabar de fastidiar, el plan Bolonia adelanta las recuperaciones de septiembre a julio. Cualquier excusa se vuelve válida para dejar los apuntes un rato. El frigorífico se convierte en un imán del que uno no sabe separarse. Deseas que suene el teléfono. Miras por la ventana y ves a la gente disfrutando. Sales a "airearte" y compruebas que el resto de los mortales tienen color, por contra, tu blanco radiactivo y tu aspecto desaliñado te delatan.

Sabes que no tienes tiempo que perder, ya bastante has perdido durante el curso. Te prometes que no te volverá a pasar, a partir del año siguiente serás organizado, aplicado, llevando todo "al día". Pero sabes que te engañas, volverás a dejar todo para el final e intentarás salir adelante con un atracón. Ni siquiera estos días serás lo productivo que debieras, porque solamente la idea de pensar todo lo que tienes que estudiar te atormenta y te resta energía, que, por cierto, está bajo mínimos por estas fechas. La programación cultural no ayuda, seguramente tu grupo preferido toca este fin de semana en tu ciudad. Te debates en la disyuntiva de si ir o no al concierto.  Te vuelves a engañar a ti mismo optando por no ir. Sabes que a la hora del concierto los temas retumbarán en tu cabeza atormentada, desaprovechando el tiempo que supuestamente estaba destinado a estudiar. Ese era el motivo de no ir. Piensas en lo bien que se lo están pasando tus amigos y tú, pringado de ti, en casa sin hacer nada, preguntándote porque serás tan tonto.

Si eres de los que estudia en casa, te distraes por Internet, hablas más que nunca con tus familiares, comes 12 veces diarias. Piensas que deberías haber estudiado en la biblioteca.
Por el contrario, si estudias en la biblioteca propones periodos de estudio y descanso a tu grupo de acompañantes. Una hora y parón de 10 minutos, siempre se convierten en 10 minutos y parón de una hora. No fumas pero sales con tus colegas fumadores. En el tiempo que estás dentro miras el reloj más tiempo que los folios, te distraes cada vez que entra alguien, cada vez que alguien camina sobre tacones. Si eres chica le haces radiografía para criticar mentalmente su atuendo, su frescura... Si eres chico le haces radiografía a secas. Siempre te saluda algún compañero de esos que en clase jamás has cruzado una palabra con ellos. Después de un diálogo de besugos, y de la pullita correspondiente de preguntarte por esa asignatura que llevas arrastrada desde 1º, se despide con gestos forzados, agitando la cabeza y dándote una palmada en el hombro. De regreso, piensas que deberías haber estudiado en casa.

La noche anterior eres Nostradamus, sabes que no te da tiempo a estudiar todo y eliges lo que piensas que va a caer, para asegurarte llamas a tu oráculo de compañeros más cercano. Entre todos confeccionáis un examen tipo y llega el punto que lo creéis como una certidumbre incuestionable.

Ha llegado el día, tus ojeras kilométricas, tu estado de nervios y tu agotamiento físico-mental te convierten en un zombie. Sueltas los nervios hablando sin parar en los diez minutos previos. Toda la gente te dice que no ha estudiado nada (mentira piensas, yo soy el único que no viene preparado). Entra el examinador de turno y sientes que tus latidos  retumban  en la sala, se te forma un nudo en la garganta y las manos te sudan horrores.

Ha llegado el momento. Seguro que lo harás mucho mejor de lo que crees en ese estado de baja autoconfianza.

Dedicado a tod@s aquell@s que van a sufrir estos días: estudiantes, opositores...
   ¡Mucho ánimo y suerte!
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15 comentarios:

  1. Dios santo, compañero, no mentes a la bicha. Qué malos ratos pasados.

    Gracias por la suerte, que en lo que me toca la voy a necesitar... ¡y suerte para los voladores virtuales que estén en el mismo trance!

    Bss.

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  2. ¡Ja! Gracias de parte de mi hija, hoy es su primer día de selectividad, está en modo histerico, y eso que parte con una nota media de 9,05 y es de las organizadas y que lo tiene todo preparado y estudiado. Pero esta mañana era un cuerpo lleno de nervios, ahora parece que ya está más tranquila, le quedan este viernes y el lunes y a esperar las notas, que yo tengo muy claro que serán excelentes, bastante se lo ha "currado".
    Muy oportuno el tema, Daviblio.

    Besos

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  3. No lo has podido describir mejor, amigo. Y si no que me lo digan a mi, que te estoy escribiendo ahora mismo en vez de meterme de una vez en la cabezota, a Salustio, Quintiliano y demás troupe latina. Eso si: mirar tu blog nunca es una pérdida de tiempo. Un besazo

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  4. Clavadito a como recuerdo mi época universitaria. Claro que aunque cuando estás sufriendo esos momenticos te parece que es lo peor, luego te das cuenta que ojalá todos los agobios fueran esos.
    ¡Pero qué bien me lo he pasado pedorreando por la biblioteca...!

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  5. Madre de Dios, justo así de horrible era ¿Y entonces por qué me habrá dado tanta morriña ?

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  6. El 24-J garitera? Mucha suerte si es así.
    Este año me libro directa pero no indirectamente.

    Voladores e hij@s de voladores (aprendices de vuelo tod@s), jaja

    Un beso!

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  7. Entonces no le deseo suerte a tu hija, le deseo justicia ;) Seguro que ha heredado genéticamente la inteligencia de la madre. A por las PAU, miniELy a por las PAU!!!

    Seguro que tendrá nota para estudiar lo que elija. Le dices de mi parte que no relaje en la facul. Tener un brillante expediente es más importante de lo que pueda parecer. Y más sencillo de conseguir de lo que somos capaces de ver.

    Besos famiEly!

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  8. Gracias Bea. Yo también era/soy de los del atracón. Tu recuerdas alguna noche sin dormir, yo (a la inversa) creo recordar alguna que durmiera jajaja. Siempre me gustó la noche, también para estudiar.

    Yo también añoro los tiempos universitarios... Ayyy (suspiro).

    Un beso!

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  9. Gracias Misántropa. Mucha justicia para ti también, que me consta que eres una gafapasta currante.

    Muchas gracias por no considerar volar por aquí perder el tiempo, me halaga leer eso de ti.

    Un beso!

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  10. Yo era poco de biblioteca, al menos para estudiar. Eso si, era de los que sacaba libros todo el rato, con las consiguientes multas de entregarlos tarde y pidiendo favores a l@s compis de clase. El año que estudié en biblio me fue de pena.

    Es cierto que las preocupaciones del momento siempre parecen las más terribles, y que con distancia temporal te ries de ella. Pero se pasan putas de verdad (con perdón de la expresión).

    Un beso LolaSh!

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  11. Jajaja Alma, si que es paradójico. Pero a todos los que hemos sufrido el mal trago nos pasa.

    Me hubiera encantado compartir aula (qué no jaula) con tod@s vostr@s.

    Un beso!

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  12. Yo también les deseo mucho ánimo y suerte a todos los estudiantes y también esperar que no caigan en la tentación de dejar todo para el último día, además, que después de los exámenes viene ese momento de tensión en el que no sabes si has aprobado o no, y cuando al final sale la nota, si es un suspenso, aparte del desánimo uno tiende a pensar: Aisss!!! Si me lo hubiese preparado antes...

    Yo hace mucho que no me enfrento a una situación así, pero sé de veras lo mal que se pasa, y en mi caso, la cafeína no me surte efecto, yo llegué a tomarme 7 cafés en un día y tuve el mismo sueño y aburrimiento, claro, que también depende de lo que se estudie, hay asignaturas que se llevan mejor que otras; por suerte, en mi época de estudiante, aún no tenía Internet en casa, es más, no tenía ni pc... jajaja! Digo por suerte, pero también debería decir por desgracia, porque Internet puede ser un gran aliado a la hora de estudiar si uno se dedica exclusivamente a darle un uso puramente didáctico, claro.

    Bueno, aun a día de hoy, estoy muy familiarizada con este tema, mi novio está en el último año de carrera y yo me encargo de revisarle y corregirle la mayoría de sus trabajos; el contenido es cosa suya, pero la presentación, la tipografía y la maquetación es cosa mía, creo que pocos estudiantes de Químicas presentan unos trabajos tan estéticamente atractivos y formales... jajaja!

    ¡Un besazo!

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  13. Hace años que no sufro los exámenes, pero con esta entrada me has recordado todos los comportamientos y paranoias de aquellos días. A pesar de eso, no sé si es la distancia o que ya no me acuerdo muy bien, pero los exámenes de la universidad me parecen una tontería comparados con el día a día en el trabajo.

    Muchísima suerte.
    Un beso en la chuleta

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  14. Eso de ayudar es genial. Yo también estoy indirectamente liado estos días. Espero que tu chico saque su último año de carrera con nota y que los profesores queden admirados de tal belleza estética en sus trabajos.

    Yo lo del café solo lo intenté una noche previa a un examen de instituto y me salió el tiro por la culata. Me dormí con más ganas que cualquier día con los apuntes en la mano.
    Mis formas de estudiar nunca fueron muy ordinarias ni apropiadas. Pero eso le daba una mayor emoción a esos periodos de exámenes.

    Un beso Fátima y mucho ánimo para él!

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  15. A toro pasado... ni recuerdas sus cuernos, Dorothy.
    Es muy interesante eso que dices de que los exámenes no son para tanto y que el trabajo puede apretar más las roscas. Estoy de acuerdo, pero por como está confeccionado el sistema. El nivel educativo es bajo y la solución que se toma es hundir la vara de medir. Además, los métodos para determinar la validez de los estudiantes me parecen arcaicos y desfasados (en su mayoría).

    Las chuletas son un arte que merecen entrada aparte, y menos mal que no tengo examen porque con el carmín de tu beso dejó de ser legible mi "guión de apoyo".

    Un beso repetidor!

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