Las Comunidades y el Día de la Comunidad de Castilla y León

Antonio Gisbert, Los comuneros Padilla, Bravo y Maldonado en el patíbulo, Madrid, Congreso de los Diputados

El 23 de abril de cada año se celebra la fiesta de los Comuneros en la localidad de Villalar, en la provincia de Valladolid. Se empezó a conmemorar en aquellos años de transición democrática. En 1978, dicen las fuentes que llegaron a juntarse alrededor de 200.000 personas

Historia resumida de la revuelta de las Comunidades:

Empezamos por el final. El 23 de abril de 1521, en el encuentro de Villalar, las fuerzas comuneras fueron derrotadas estrepitosamente por el ejército realista. Al día siguiente, los tres jefes militares de la rebelión - Juan de Padilla, Juan Bravo y Francisco Maldonado-. fueron ajusticiados.

El germen del movimiento fueron las oleadas de protesta que se sucedieron tras la aprobación de nuevos servicios (tributos), votados en las Cortes de Coruña. La población descontenta con la nueva Corte extranjera, veía que esos doscientos millones de maravedíes iban a sufragar la carrera de don Carlos para proclamarse Emperador. Se empezaron a derrocar a los oficiales reales y a los recaudadores de impuestos y proclamaron la Comunidad (gobiernos locales en asamblea). El movimiento se difundió por todos los rincones del territorio de Castilla. Se unieron en Junta y buscaron el apoyo de doña Juana, que nunca se decidió del todo a ir en contra de su hijo. La revuelta de los comuneros no fue simplemente un movimiento político, sino una revolución que tuvo lugar en una región profundamente dividida por intereses opuestos y en una sociedad en conflicto. Las Comunidades, a parte de un movimiento pactista de signo urbano, se fue ron convirtiendo en un movimiento antisocial, en el que los comuneros luchaban no sólo contra el poder real, sino contra el privilegio y la supremacía aristocráticos. 

Se celebra pues la derrota de aquellos indignados de hace 500 años.

Se propugna la identidad (somos más o menos regionalistas), es posible que algunos busquen la emulación con otros territorios, pero "tenemos que estar orgullosos de lo que nos une y también de lo que nos singulariza" (palabras de hoy mismo del Presidente de la Fundación Villalar).

Se trata de una jornada festiva alegre, que es compaginada con reivindicaciones regionales y sociales.

En la Campa de Villalar suenan músicas tradicionales de Castilla y León, las dulzainas inundan de alegría los espíritus con sus jotas. Se hacen exhibiciones de los juegos autóctonos, se puede disfrutar de la gastronomía con denominación. Todo tipo de actividades programadas por fundaciones, televisiones y partidos políticos estatales y regionales: lectura encadenada del Premio de las Letras, concurso de grafitis, cuentacuentos, magia, zancudos, representación del ajustamiento de los comuneros,... Lo típico en cualquier celebración. 

Se suele leer un "manifiesto común" de los grupos políticos en el que se recogen un ideario de mínimos, exigencias y propuestas de los castellanos y leoneses. Este año no habrá ante la clara fragmentación política.

Esto es Castilla, nuestra amada tierra, paradójica ella y nosotros sus habitantes. 

"Canto de esperanza" del Nuevo Mester de Juglaría...

Malditos todos aquellos
que firmaron la sentencia,
malditos todos aquellos
los que ajusticiar quisieran
al que luchó por el pueblo
y perdió tan justa guerra.

Desde entonces ya Castilla
no se ha vuelto a levantar,
en manos de rey bastardo
o de regente falaz,
siempre añorando una Junta
o esperando un capitán.

Quién sabe si las cigüeñas
han de volver por San Blas,
si las heladas de Marzo
los brotes se han de llevar,
si las llamas comuneras
otra vez crepitarán.
Cuanto más vieja la yesca
más fácil se prenderá.
Cuanto más vieja la yesca
y más duro el pedernal,
si los pinares ardieron
aún nos queda el encinar. (bis)

¡Feliz Día de la Comunidad!