27 de mayo de 2011

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Revolución



Después de dos semanas de ausencia de esta sección, de los viernes, de cortometrajes, reanudo las proyecciones con este corto de Martín Rosete y protagonizado por Miguel Rellán. Estoy seguro que generará un debate de diversas opiniones.

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10 comentarios:

  1. Me encantan los cortos que saben transmitir tanto con tan poco. Un actor, una única localización y muy poco atrezzo, pero una buena idea.

    El truco de las jaulas, sobre todo las mentales, es que te hacen creer que no existe el exterior. Te amoldas hasta tal punto que lo más revolucionario que puedes hacer es cambiar algo... para que todo siga igual.

    Que tengas un buen fin de semana, compañero.

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  2. El corto ya de por sí es una revolución, rompe con lo presuntamente establecido o las recurrentes pautas para hacer un corto; Martín Rosete promete.

    Creo que el problema no es cambiar los muebles de sitio, sino los muebles en sí; seguramente, si yo me viese en esa situación, empezaría cambiando los muebles de ubicación como el protagonista, hasta agotar todas las combinaciones posibles, pero después de tanta incomodidad y disconformidad los acabaría tirando... jajaja!!!

    Me ha gustado ante todo el final, porque es cierto que la mayoría de las veces no es tan importante el momento en el que se produce un cambio como su recuerdo, que se presenta siempre aderezado y nunca de la misma forma que lo vivido.

    ¡Un besote!

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  3. Mira que me gusta Miguel Rellán.
    Total que mucho dar vueltas a la mismas cosas, para seguir igual, todo menos tirar esas paredes y arriesgarse a vivir otra realidad, otras posibilidades.
    Buen corto.

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  4. Dos veces he intentado ver el corto y no habia manera siempre pasaba algo y tenia que dejarlo, por fin lo podido ver y a valido la pena. Una original idea sobre lo que consideramos revolución, que pasado un tiempo y para las nuevas generaciones deja de ser revolucionario y se convierte en el sistema que hay que cambiar, o simplememte tiene tantos fallos que es imposible de llevar a cabo en la practica, tambien me parece interesante como al final uno se acomoda a lo que hay y deja de intentar cambiar las cosas. Buen corto y muy apropiado para estos tiempos que corren. Un abrazo.

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  5. ¡Grande Rellán!...No sé, Daviblio...igual, algún día, en una de estas, aprendemos algo.

    Un beso

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  6. Gariteras, lo importante es no cerrar la habitación por dentro. Si la cierran por fuera... derribemos la puerta.

    Un beso!

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  7. Fátima, parece venir a decir que el trascurso de la vida va en contra de nuestro carácter revolucionario, que se logran pocos cambio y que lo mejor que queda es el recuerdo de haber luchado.

    Siempre nos quedará soñar con extramuros.

    Un beso!

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  8. A mi me gusta mucho la dicción de Rellán, Ely. Clave el concepto de riesgo en todo acto revolucionario. Sopesar si lo buscado vale más que lo que se puede perder en el camino.

    Un beso!

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  9. Seguro que aprendemos mucho. Los efectos no suelen ser tan radicales como la pompa de la vorágine revolucionaria, pero siempre son sucesos susceptibles de reflexión, y abren grietas en los impuestos pilares de la habitación.

    Aprendamos a abrir la puerta y mirar desde fuera. ¡Otra habitación es posible!

    Un beso Alma!

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  10. Me alegro que te haya gustado bichillo, haces un buen resumen. De todas las maneras me encanta la gente mayor que no se acomoda, que es capaz de comprometerse con los intereses de las sucesivas generaciones y luchar por ellos. Hay quien muere revolucionario, y mira que es difícil con las decepciones que se lleva un idealista a lo largo de su vida.

    Mi público reconocimiento.

    Un beso bichoraro!

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Pesa las opiniones, no las cuentes.