29 de marzo de 2011

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Elogio de la ociosidad



El matemático, filósofo y escritor británico Bertrand Rusell aborda con ingenio y sutil ironía los distintos temas que conforman la selección de ensayos contenidos en Elogio de la ociosidad. Con indudable visión premonitoria -escribió estos textos entre 1932 y 1935- el autor alerta del peligro de los nacionalismos, el fascismo y el comunismo, advierte sobre la amenaza de la intolerancia e ironiza sobre "la creencia de que el trabajo es una virtud".

Pensador fundamental del siglo XX, pacifista y fundador de la filosofía analítica, la academia sueca de Literatura reconoció la amplia y variada obra del inglés Bertrand Rusell, en la que pone de manifiesto la "defensa de los ideales humanitarios y la libertad del pensamiento".

Ensayos incluidos en la obra:

- Conocimiento "inútil"
- Arquitectura y problemas sociales
- El Midas moderno
- La ascendencia del fascismo
- Scila y Caribdis, o comunismo y fascismo
- La coyuntura del socialismo
- Civilización occidental
- Sobre el cinismo de la juventud
- Homogeneidad moderna
- Hombre versus insectos
- Educación y disciplina
- Estoicismo y salud mental
- Acerca de los cometas
- ¿Qué es el alma?

He disfrutado mucho leyendo los artículos de este gran pensador, comprometido con los problemas fundamentales del mundo en su tiempo; presentando una originalidad de planteamientos que incitan al cuestionamiento de muchos aspectos o conceptos que damos por sentados y que son más complejos de lo que parecen ser, o de lo que nos hacen ver las convenciones sociales.

Un pensamiento nada ligero (cada página pesa una tonelada), muy reflexivo, pero con un estilo literario claro y sencillo para el lector. Rusell asume el riesgo de proponer soluciones prácticas a los problemas de su presente. Intenta también, demostrar la necesidad de llegar a un socialismo que fundamenta, separándose de los postulados añejos de Marx. Se preocupa por la situación de la mujer, por el futuro de los niños, aborda el problema de la educación... Tratando una gran variedad temática y cuestiones fundamentales para la civilización.

Lo normal es que una obra tan crítica y comprometida tienda a envejecer malamente, pero no es el caso de esta selección de ensayos, cuyos problemas tratados han sido recurrentes, se han vuelto a repetir, y se repiten en la actualidad.

Me gustaría que leyeseis el ensayo que da nombre al libro, pinchando en el enlace. Maravilloso mundo el que propone con sus ideas el genial de Bertrand.
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6 comentarios:

  1. Desde los tiempos es lo que estaba al otro lado de la barricadas en el instituto, Russell era el último filósofo de los apuntes, al que nunca llegamos y del que nadie leyó las fotocopias que nos pasó el santo que nos aguantaba e intentaba hacernos pensar. Aún ahora, a parte de unas citas jugosas y anécdotas varias, seguía siendo esa figura poco nítida... ¡Pues habrá que solucionarlo!

    Gracias por el empujón, siempre hay burricies que limar.
    Saludos.

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  2. Qué gracioso comentario, jaaja! Yo he pasado por vivencias similares en el instituto. Nunca se llegaba al final del temario, y ni por el forro se le iba a ocurrir leerse el taco de fotocopias que finalizaban (de aquella manera) la asignatura. Es una pena que a Rusell no le hagan un sitio en la E.Media para verlo prontito (a algún discente no le chocaría su ataque contra el nazismo y comunismo en plena E.Media, jaajaj).

    Gracias, espero os guste el artículo que he dejado enlazado (creo que pasará como en el instituto...) Besos!

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  3. Gracias por la recomendación, no he leído nada de Bertrand Rusell hasta el momento.
    Te entiendo perfectamente cuando dices que cada página pesa una tonelada, me he encontrado con libros así; lo bueno es que afirmas que utiliza un lenguaje fácil de entender por el lector.

    Poco a poco iré leyendo el ensayo del enlace que has facilitado, leer en el pc se me hace algo cargante por la luz que emite la pantalla, sobre todo si son textos largos, pero lo bueno es que el cuerpo de la letra es aceptable en este caso.

    ¡Un beso!

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  4. Pues este artículo para comenzar está bien, Fátima. Lo de la tonelada no lo digo porque cueste mucho pasar página, es de lectura amena. Lo que pasa que dice mucho en poco espacio. No es como otros autores que para desarrollar una idea lían la madeja, o se andan por las ramas. Contiene mucho saber y evoca de gran manera, pero con un estilo sencillo. Me parece muy meritorio.

    Este artículo no es muy largo...y cuando encuentres textos con letra pequeña, te recomiendo el truco de mantener presionado ctrl + ruleta para arriba (o barra de desplazamiento en el portátil). Supongo que ya lo sabrías, pero por si acaso.

    Un beso artista Fátima!

    P.D. Algún día podremos comprarnos un e-reader bueno para que no sufran nuestros ojos con las lecturas digitales ;)

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  5. Gracias por el enlace. Todavía no lo he terminado de leer completo, pero por lo menos te puedo decir que lo leído hasta ahora es asequible. Apenas conozco a Rusell, nada en realidad, vagamente me ronda la idea de que estaba en contra de la energía nuclear y poco más sé de él.

    ¿Ya estás recuperado?

    Besos.

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  6. Pues tiene un pensamiento singular y fue un intelectual muy activista, comprometido con bellos ideales.

    Estoy mucho mejor, gracias por interesarte.

    Un besazo Elysa!

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