15 de diciembre de 2010

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Coles Corner




Es el título de un tema de Richard Hawley, de su disco homónimo de 2005. Me gustó mucho esta canción cuando la escuché, y más todavía el videoclip.

Resulta que "Coles corner" es un sitio emblemático dónde quedaban las parejas enamoradas en Sheffield, ciudad natal  de este cantante y compositor inglés.





Y es que las citas en la calle tienen un aroma romántico... sobretodo en los inicios de una relación. No saber qué ponerse, irse mirando en todos los portales por los que se pasa hasta llegar al punto de encuentro, los nervios de la espera o de llegar tarde, la ilusión disparada en la coyuntura del enamoramiento, la sensibilidad que nos sale a borbotones...
Seguro que habéis tenido estas sensaciones alguna vez. ¡Narradlas si os place!

Os dejo con el periplo del enamorado...

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8 comentarios:

  1. Vaya todo eso me suena a viejos tiempos, jajaja.

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  2. Debería seguir siendo así. Aunque el romanticismo de ahora es para echarse a temblar.

    Recupéralo entonces, estimado Carlos.

    Un saludo!

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  3. Llevo con la misma pareja 10 años. Ya ni me acuerdo qué hacía yo en esos casos! Bueno sí, probarme todo el armario 20 veces, un montón de tiempo para arreglarme, estar todo el rato nerviosa perdida... Vamos, que ahora vivo mucho más tranquila. Aunque me sigue costando un ratillo arreglarme! Je!

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  4. Entiendo perfectamente lo que dices LolaSh.

    Es una suerte que no hayas tenido que pasar por esa rutina (del enamoramiento), que nos hace tan vulnerables, más veces. Hoy en día, llevar 10 años con una pareja es complicado y virtuoso, así que os felicito.

    Un beso.

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  5. No puedo evitarlo, soy una romática impedernida, aunque luego, contradictoriamente, detesto leer novelas rosas y aborrezco hasta la saciedad las películas románticas; pero bueno, creo que todas las cosas pueden complementarse aun siendo antónimas, cuando digo que soy un poco bipolar tengo claros indicios que lo demuestran.

    Llevo 9 años con mi pareja y la verdad es que en citas especiales, como cuando celebramos aniversarios o cosas por el estilo, sigo poniéndome tan nerviosa como a lo primero de empezar nuestra relación y sigo con el ritual de probarme un montón de ropa hasta dar con la adecuada, además de pasarme mucho tiempo arreglándome.
    Lo bueno, al menos en mi caso, es que nos conocimos desde mucho tiempo antes de empezar a salir, así que me ha visto de todas las maneras posibles cuando quedábamos un rato con nuestros amigos justo después de clase y antes de ir cada uno para su casa a comer, y eso que cada uno iba a un instituto distinto; así que me ha visto en chandal cuando me tocaba educación física, con ropa de diario los días normales, más arreglada los fines de semana...
    Lo que más admiro es que tras ese montón de capas de maquillaje que solemos ponernos las mujeres para estar más guapas y mejorar nuestra apariencia física con ropa y complementos, haya alguien que se interese y se enamore de lo que hay debajo y no es visible a los ojos.
    ¡Un beso!

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  6. Ya sabes Fátima que en este blog no existe el principio de la no-contradicción, ¡así que puedes estar muy tranquila! Yo también me considero romántico y también detesto las novelas y las pelis "pastelada". Hay diferentes maneras de ser romántic@, lo más importante son los pequeños detalles que demuestren amor en el día a día, más allá de celebraciones y efemérides.

    Eso del aspecto físico lo veo muy claro, te explico mi punto de vista: yo nunca me podría enamorar de una chica por muy atractiva que fuera sin conocer su interior (aunque podría desearla); en cambio, podría enamorarme de otra sin haberla visto. ¡No confundamos deseo con enamoramiento!

    ¡Otra larga duración de pareja! valorando lo difícil que es de mantenerla he de felicitarte, al igual que hice con LolaSh.

    Un beso!

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  7. Hola Daviblio! con tu permiso-porque he dudado un poco en hacerlo- te voy a contar de esperas de hermosos encuentros, durante mucho tiempo. Un novio en el extranjero se vive siempre como al principio, o yo siempre vivo las cosas como la primera vez. Vestida y arreglada, tan nerviosa desde la primera, hasta la última vez, no podía sino caminar y caminar por la casa el tiempo que él tardaba en llegar del aeropuerto a casa. Era como si un maremoto (ahora Tsunami) agitara mi corazón y mi alma. Mariposas en el estómago!!! todas juntas!! hermosos recuerdos.

    gracias por esta entrada y un saludo de espuma de mar

    glup!

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    1. Me ha encantado leer tu vivencia. De esas hemos tenido alguna casi tod@s. Gracias por confiarme tu recuerdo...

      Un beso!

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Pesa las opiniones, no las cuentes.