1 de diciembre de 2010

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El Imperio Kitty


Atrás quedaron los grandes imperios coloniales (al menos políticos). Ahora los "Gigantes" son los imperios económicos, multinacionales, bancas y otras formas de economía a gran escala.

A este rango se ha catapultado una pequeña gatita nacida en 1974, en Japón. La archiconocida HELLO KITTY es, hoy en día, una máquina de generar dinero en todas las latitudes del planeta. En España el auténtico boom de la minina nipona es un fenómeno reciente. En  la última década, su agradable carita se ha convertido en uno de los iconos (iba a decir infantil pero no sería cierto) femeninos más importantes. 


Las ventas que genera su marca, Sanrio, van en aumento cada año, al igual que las licencias de derechos de explotación de la imagen cedidas a otras grandes marcas textiles, electrónicas...
También los productos no oficiales fabricados en Taiwan (principalmente) se venden como rosquillas, por su calidad de copia y sobretodo por su precio más económico. El medio fundamental de distribución de estas copias es Internet (a través de ebay).


La factoría Sanrio con su filosofía "Small Gift, Big Smile" ha logrado encumbrar a su gatita al status de gran icono japonés postmoderno, cuentan incluso con un parque temático;  la importancia de la Kitty llega hasta ser embajadora infantil de UNICEF por Estados Unidos primero, y diez años más tarde por Japón. En las celebraciones diversas por su 30º aniversario se llegaron a crear esculturas, y en Inglaterra un land-art de la carita, del tamaño de medio campo de fútbol, para poder ser contemplado desde los aviones, en las proximidades del aeropuerto londinense de Heatrow.


Los artículos son cada vez más variados y la moda alcanza a otras aficiones como el tunning, el tatoo. Su legión de fans, entre las que se encuentran un gran número de "celebrities", son fieles consumidoras de sus emblemáticos productos.




Las razones que tratan de explicar el éxito de la marca son diversas, pero lo que no admite discusión es que su poderío a nivel simbólico e intercultural es majestuoso, ayudado por la "Cultura de lo visual" muy arraigada en nuestra sociedad. Es un icono que rompe las barreras idiomáticas y de creencias y que transmite sentimientos. Una de las interpretaciones que más me llama la atención es la que estima que su fuerza recae en no tener boca, lo que puede servir para transmitir diferentes sentimientos; puedes pensar que está triste y puedes pensar que está alegre. Por lo tanto, las personas se identifican con ella independientemente de su estado emocional.


Quería saber vuestra opinión sobre el fenómeno Hello Kitty, lanzando una serie de preguntas:


¿Estéticamente os agrada Hello Kitty?

¿Consideráis que es un icono sólo representativo del mundo pijo infantiloide? Si es así ¿Qué explicación darías a tu hija para no comprarle un producto Hello Kitty?

¿Es moral comprar alguna de las millones de copias existentes en el mercado? Explica tu respuesta.
¿Os identificáis con un mundo de gustos uniformes? ¿Nos acerca o nos hace más excluyentes?


Espero vuestras respuestas abiertas sobre la "New Queen of Pop".
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17 comentarios:

  1. Es un icono que rompe las barreras idiomáticas y de creencias y que transmite sentimientos.... ejem, ni idea de lo q representa. Respuesta a la pregunta 1: La imagen de Kitty no me gusta ni me disgusta. Simplemente no me aporta absolutamente nada.
    2. Moral o amoral... eso se puede aplicar a los millones de bolsos falsos o no falsos LV que se compran en todo el mundo. La acción de gastarse una millonada en un objeto simplemente porque es trendy, está de moda, me parece un tanto bochornoso en sí.
    3. Irremediablemente todos formamos parte de un grupo u otro. Incluso los llamados grupos underground al final acaban convirtiéndose en grupos uniformes unidos por su anti-uniformidad. Mal que nos pese, entre casi 6000 millones de personas que poblamos este planeta, es bastante dificil ser único.

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  2. ¡Ah! Se me pasó por alto tu acertada descripción del producto: pijo infantiloide. Quitaría lo de pijo y me quedaría definitivamente con lo de infantiloide. Sobre el comprarle o no a mi hipotética hija una muñeca Kitty... la verdad es que no se lo impediría, pensando que si me opongo a su compra se volverá una reaccionaria y amará a Paris Hilton sobre todas las cosas tirando por tierra años y años de educación. :S

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  3. Bien Edurne, ha quedado clara tu postura.
    Eso de que la imagen no te aporta no lo acabo de entender... A mi tampoco me aporta nada (no pienso que tenga que hacerlo) y en cambio me agrada. 2- Piensas que la inmoralidad es pagar cantidades elevadas, ostentosas por artículos de moda. Aceptable.
    3- ¿Un grupo u otro? Me acabas de joder, porque yo debo estar en el limbo. Estoy de acuerdo en los anti-uniformidad, pero la clave es no ser anti, sino ser lo que te de la gana libremente, no estar coaccionado a comprar lo que te imponga tu pre-etiqueta o a criticar a los que lo compren.
    No estoy de acuerdo en lo de que es difícil ser único, pero no entiendo el intentar, forzadamente, serlo.

    Saludos.

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  4. Jajaaj Edurne, piensas que la prohibición alimentaría la vena rebelde-consumista de tu nena.

    Puede que sea infantiloide, pero ¿es eso malo?

    Pobre Kitty, le estás dando hasta en el carnet de identidad. Eres muy perruna!

    Gracias por tus comentarios, besos.

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  5. A mí estéticamente sí me gusta, tiene formas simples, redondeadas y la representación es reconocible, es decir, que es fácil de identificar, se ve que es una gata y no un barco, por ejemplo; pero no me dice nada, no es un icono que me transmita alegría, tristeza o lo que sea.

    ¿Pijo infantiloide? Pues no sé, pijo no, infantil sí debido a la simplicidad e inocencia del diseño. En el caso de que tuviese una hija no me importaría comprarle un producto de Hello Kikty, siempre y cuando la relación calidad-precio sea razonable.

    Lo de las copias pues creo que muchos tendemos a fijarnos si es original o no, pero a mí personalmente me da igual, yo lo que quiero es funcionalidad y un precio asequible; si una camiseta es del mercadillo en vez de ser de firma pues mejor mientras a mí me guste, le voy a dar el mismo uso y me importa un bledo (hablando mal y pronto) si alguien se da cuenta que es una copia, prefiero gastarme el dinero en otras cosas que no sean tonterías de esa calaña.

    Yo no me identifico con nada últimamente, si me gusta algo y coincido con más gente pues bien, y si no es así pues me trae sin cuidado, no pienso imitar a otros sólo por caer bien, o parecerme a tal o que me guste tal cosa porque es la moda; paso completamente de tendencias y de modas; si algo se pone de moda y da la casualidad de que me gusta pues me lo compro y lo sigo usando independientemente si pasa a estar desfasado. Tener personalidad propia es muy importante, como dicen por ahí: soñar con la persona que te gustaría ser es despreciar la persona que eres; y toda persona es única e irrepetible por mucho que crean algunos que son corrientes o vulgares.

    ¡Un besazo!

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  6. Pues monsieur, a mí ni me chifla ni lo comprendo. Para mí demuestra eso de que vale mas caer en gracia que ser gracioso, o dominar las tecnicas del marketing aunque no seas un gran artista.

    Feliz tarde

    Bisous

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  7. A mí Hello Kitty me encanta. ¿Por qué? Nunca me lo había planteado tan minuciosamente. Es simplemente un dibujito sin ninguna connotación, sencillo, dulce, rosa, naïf pero no necesariamente infantiloide. Como dices, cada uno puede imaginarse su historia. De hecho podrás ver que existe una tendencia gótico-siniestra que adora con veneración a la gatita. Me temo que pronto va a perder su aparente inocencia.

    Respecto al tema copias y globalización, me volvería loca si cada vez que voy a comprar algo al súper o a las tiendas de ropa me tengo que asegurar de su origen, de cuántos millones de personas se llevarán lo mismo... Imposible.
    Sé que vivo en un mundo consumista. Sé que soy una persona consumista. Lo asumo. Y si alguna vez hago algo al respecto, no será la absurda e inutil rebeldía de negarle a mi hija una Hello Kitty porque entonces le tendría que negar todo e irnos a vivir retiradas a las montañas en plan ascetas.

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  8. Muy coherente todo lo que dices, Fátima.
    Yo vivo en una ciudad dónde las apariencias son muy importantes. La gente no duda en comprar imitaciones de bolsos, de bisutería... Yo no entiendo la necesidad esa de que la gente te vea que llevas las marcas de moda. Cada uno lo que es, o lo que quiere ser y no pasa nada.
    Sin embargo, respeto todo tipo de opciones.
    Allá cada uno en lo que gasta el dinero.

    Respecto a la protagonista de la entrada, creo que es incuestionable que Hello Kitty tiene mucho gancho.

    Un beso original y otro copia!! (los dos gratis)

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  9. Una gatita, hembra por tanto, de color rosita, con lacito, con carita dulce, que encima no tiene boca, que no habla, por tanto, ni opina,... no me gusta en absoluto.
    No me pidas por favor, Daviblio, que razone o explique mi respuesta, eh! jeje.
    Un beso,

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  10. Puede que tenga razón con lo del marketing, pero creo que en esta marca no es así. Es un icono con tanta fuerza y que empatiza tanto con sus consumidores potenciales, que vende sin necesidad de otro tipo de estrategias. De hecho todas las marcas quieren tener en sus filas a la Kitty. Un fichaje muy rentable.

    Pero comprendo que no lo comprenda. ¿Ni siquiera le gusta el traje que lleva en la última foto? Es muy de su estilo...

    Un beso!

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  11. Si Lolas, conozco la vertiente gótica, porque tenía preparada una foto de un maromo con la kitty tatuada en la cabeza que daba terror.

    Tu último párrafo me gusta especialmente. A veces buscamos tres pies a la gata. No puede uno vivir todo el rato haciéndose preguntas existenciales y cuestionando cada cosa que hace.

    Un beso sin boca :o

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  12. Ya la has razonado, Carmen. Me parece bien, para eso son preguntas de respuesta abierta; prefiero la diversidad de opiniones, siempre es enriquecedora.

    Un beso, porque tengo boca.

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  13. Claro que conozco la ropa interior... ¿de Oysho podría ser? Es chuli, sin duda.
    He contrastado que aquí en Valladolid el porcentaje de simpatizantes al fenómeno Kitty es mayor que en el blog. Todo tipo de tiendas se aprovechan del tirón (lencería, moda juvenil, textil de hogar, regalos y complementos, electrónica, jugueterías...)
    Lo de leopardos que se lo digan al que sufre tus zarpazos. Felina la tía...

    Un abrazote!

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  14. Cuando digo que no me aporta nada simplemente quiero decir que me causa indiferencia: ni me gusta ni me disgusta. No provoca en mi ninguna reacción (¿Quizá porque estoy acostumbrada a coexistir con su imagen?). Respecto a formar parte de un grupo u otro me refería a simpatizar más con cierto tipo de gente que con otra (compartiendo gustos a la hora de vestir, inquietudes, sin tener que decantarse necesariamente por una estética y menos un uniforme). Lo que realmente quería decir es que hoy en día todo está sujeto a estudios de mercado. Aunque tu te sientas libre a la hora de elegir, ten por seguro que en el fondo estás siendo un poco manipulado (consciente o inconscientemente). Es muy muy dificil no caer en sus redes. Por otra parte hay una cosa que me llena de curiosidad. Siempre me he preguntado: ¿cuál es el sentido de llevar marcas falsas? Es decir: una marca cara, volviendo a Louis Vuitton, es cara porque se supone que es exclusiva y de buena calidad. Y sin embargo como es una señal de exclusividad, de poder adquisitivo, se acaba reproduciendo hasta la saciedad por ese anhelo de imitar lo que pensamos que es "buen gusto" y riqueza hasta encontrarnos su famoso logo hasta en el LIDL (antes de que salte alguien, no tengo nada en contra de ese supermercado, es sólo un ejemplo). Entonces, ¿qué sentido tiene comprar algo que sabes que es falso y que lo llevan todas tus vecinas y que además no engaña a nadie, porque se ve claramente la diferencia entre un bolso de 1000 euros y uno de 20? Ahí se ha perdido el sentido de exclusividad. ¿A quién se intenta engañar? ¿O no se intenta engañar y simplemente un@ se lo compra porque le gusta?

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  15. Creo que hay de todo en la viña del señor, hay personas que acuden al mercadillo para adquirir esas réplicas para aparentar que van de 1ªs marcas, otras que compran esas marcas conociendo que serán copias pero las compran porque les gusta el diseño, la funcionalidad o el precio. Por último habrá personas que lo compren por lo mismo pero que desconozcan las marcas.

    Yo en el tema de las réplicas me refería a las condiciones laborales de las personas que trabajen en esos talleres semilegales. Es un simple ejercicio de matemáticas, si compro un reloj de Hello Kitty por ebay y lo tengo en casa por 3€.. ¿qué cuesta su producción?
    En cambio si compro uno similar en la tienda oficial de Sanrio, puede valer unos 50. ¿Revertirá en las condiciones laborales de los trabajadores o será pura plusvalía, que recaiga únicamente en los dirigentes?

    No hay término medio, es imposible ser justos comprando.

    Un saludo Edurne.

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  16. Estos fenómenos siempre me han parecido cuanto menos curiosos. Es increíble como las masas se rinden generación tras generación a iconos mas cercanos a la fantasía que a la realidad con independencia de la edad.

    Saludos.

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  17. Si Carlos, visualmente somos muy manipulables. Para remediarlo hay que poner empeño en conformar un ojo crítico, que nos proteja de esta debilidad.

    Con determinadas realidades es necesaria la fantasía, incluso me atrevería a decir que es necesaria en todos los casos.
    Dejo que manipulen la realidad, pero no mi fantasía.

    Saludos!

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Pesa las opiniones, no las cuentes.