7 de diciembre de 2012

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Mamá: ¿por qué dura tanto la Navidad?



Es una pregunta que posiblemente nunca ha formulado un/a niñ@. EL motivo está bien claro, es un periodo de ilusión para ellos, en el que pintan de colorines un mundo que, incluso para ell@s, está inundado de grises. También es un periodo que permite sacar su lado más egoísta sin que los mayores se enfaden. Es un paraíso en la tierra para ell@s.



En nuestra niñez alucinábamos con el encendido de las luces de "El Corte Inglés", nos esforzábamos en pensar que regalos pediríamos con meses de anterioridad... Pero sabíamos que la Navidad duraba desde las notas hasta el terrible 8 de Enero.



En la actualidad, la Navidad es un periodo del año que dura meses, y que amenaza con comerse y englobar las estaciones de otoño e invierno. Luces que calientan del frío, ilusiones que iluminan nuestras vidas. Un constructo ideal de vida feliz y estimulante para tod@s. Lo de menos ya es el hecho religioso que sirve de excusa. Las pompas de todo lo que le rodea se extienden por el espacio y el tiempo. Pasado el terrible mes en cuesta infernal, me refiero a Septiembre, llega Octubre y con él el espacio para la sección de turrones y otros dulces en nuestros supermercados. Las jugueterías ultiman sus catálogos y las videoconsolas sacan sus últimos lanzamientos. Las librerías se llenan de bestsellers y el cine infantil y sentimental copa nuestras variadas y monótonas carteleras. Los ayuntamientos preparan las luces LED para engalanar sus municipios en Noviembre. Llegados a este mes la irrupción es total. La oscuridad del otoño trae consigo una inevitable ola de tristeza y se forman batallones para frenarla. Ejércitos de luz, de promociones comerciales, de ofertas en tecnología y servicios de telefonía e Internet. Las alfombras rojas copan nuestro pavimento. Figuras decorativas "a tutiplen" en las tiendas de decoración, belenes cristianos en nuestros múltiples bazares asiáticos, sorteos extraordinarios y papeletas. Las insufribles películas de fin de semana de A3 se vuelven todavía más ñoñas con el baño navideño. 

Toda una maquinaria de la que es imposible salir a no ser que pertenezcas ese porcentaje de personas que no tienen Navidad. Pequeño en Occidente, mayoritario en el "Sur". ¿Perdemos el norte o dinamizamos la economía? 

No critico la ilusión que pueda traer, ni los buenos sentimientos que florecen. Ni sería lógico criticar el consumo en una etapa de impuesta austeridad.  Cada uno hace lo que quiere y puede y se debe respetar. Pero me horroriza pensar que nuestros niños se bañarán en agosto en el Mediterráneo con un gorro rojo, culminado con una bolita suave y blanca. Tendríamos que cambiar el título de la (maravillosa) película de Tim Burton, porque la pesadilla no podrá ser "antes" de Navidad, ya que a este ritmo, se solapará el final con el inicio de la siguiente. 
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8 comentarios:

  1. Las eternas navidades... es cierto, cada vez empiezan antes con la campaña navideña, y que atrás se queda aquello de ver el primer anuncio navideño a mediados de diciembre (con la ilusión que hacía!!).

    Ahora, para cuando llegan las fechas señaladas ya estamos hartos de tanto turrón... De todas formas, yo sigo con mis tradiciones y no compro nada hasta una semana antes.

    Y mañana toca montar el árbol :)

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  2. Es cierto que la Navidad cada vez se adelanta más, y eso no me gusta demasiado porque lo bonito es precisamente eso, esperar a que llegue el momento.
    Pero eso sí, cuando llega es maravilloso. Me encanta pasear de noche sintiendo el frío en la cara, por mi pueblo iluminado con las luces navideñas...Me gustan las cenas familiares, decorar la casa en familia, en fin, el ambiente familiar que se respira en esas fechas.
    Por si no se ha notado ya, ADORO LA NAVIDAD!!!

    Bicos ^^

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  3. Soy antinavideña. No me gusta. Desde que dejé de ser niña (en años) dejó de gustarme. Cuando vivía en Barcelona aún me hacía ilusión eso de volver a casa y que la familia te mimara esos días. Eso era lo que me gustaba de la Navidad. Ahora no dejan de ser unos días en que me acuerdo de los que no están (y este año me temo que echaré de menos a alguien más), que tengo que ir a trabajar como cualquier otro día, encima tienes que ser simpática con todo el mundo y ahora ni siquiera puedo disfrutar de mis hermanas, que sólo pueden venir unos días y casi ni las veo.
    Además, la prenavidad es muy larga, pero la Navidad muy corta. Antes duraba hasta Reyes y ahora el día 25 se ha acabado...

    ¿Volvemos a ser niños?
    Aunque sólo sea para vivir con ilusión esos días

    Un beso bajo las luces

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  4. A mí es que me encanta la Navidad.. así que.. me da igual que dure un poco más. Sí que es verdad que toda la mercadotecnia se adelanta demasiado, y a mediados de noviembre ya está todo "ennavizado"... jajaja. Pero para mí sigue empezando el día de la lotería de Navidad.. que era el día en que acababamos las clases. A mí me da mucha nostalgia escuchar a los niños de San Ildefonso..jajajaja.

    Y me encanta organizar la Nochebuena familiar de forma distinta cada año, y la noche de reyes ponemos los regalos bajo el árbol y los abrímos por la mañana. jajaja... En el fondo somos todos un poco niños todavía, y siempre está bien mantener un poco viva la ilusión.. no sé..

    Un beso!!!

    Así me gusta, que hayas hecho caso.. y hayas anulado el ERE. Bastante tenemos con el de IBERIA.. :-)

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  5. Este año y como estan las cosas de los dineritos, en casa se nos van a hacer eternas, XD. Cuanto antes pasen mejor, que la disfruten los niños que puedan, que otros muchos...Lo siento pero no ando muy optimista.

    Besos chicas.

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  6. Yo me quedo embobada mirando el alumbrado, los escaparates, los belenes.
    Este año entre la crisis y la falta de animales, estoy pensando que la misa del Gallo se celebrará con Avecrem. Jajajaja...
    Leer tus entradas me produce la misma emoción que un regalo inesperado el día de Reyes...
    Un abrazo.

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  7. Yo siempre he pensado que la mera observación es cuanto menos rudimentaria, a veces hay que profundizar para dar con la veta emocional y así poder diseccionar la fuente del dolor y vivirlo.

    Lo que yo haría es prohir las putas navidades, la gente saca su máxima hipocrecía y se vuelven gilipollas con tantas felicitaciones, JODER, ni que fueran teletubies. Luego, los muy subnormales se pasan todo el mese de Enero sin puto duro en el bolsillo porque la mierda de la Navidad se los arrebató con tantas gilipolleces.

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  8. Ya sé que llego muy tarde a poner mi comentario, sí, pero bueno, es que a mí la Navidad no me gusta demasiado, por no decir que cada año la tengo más manía y me repele; comparto contigo eso de respetar a todo el que la quiera celebrar a lo grande (sea por un motivo espiritual o materialista), es más, a veces me gustaría contagiarme de ese espíritu navideño que le aflora a la gente, pero de lo único que me contagio es de virus y gripe... jajaja!!

    En fin, que creo que lo que hace que deteste la Navidad en parte es que cada vez empiezan antes a vendernos los regalos y el turrón, como expones en la entrada, y además, a mí personalmente me trastoca que cierta gente que pasa de mí todo el año me mande una postalita virtual (al menos si fuera en papel, como antaño...) como si con eso quedase todo arreglado y fuéramos requetefelices... en fin, que seré muy rencorosa, pero bueno, es lo que tiene ser honesta.

    ¡Un besote enorme y mil perdones por el retraso!

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Pesa las opiniones, no las cuentes.