12 de agosto de 2011

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Supervivientes: ciudadanos en agosto



Diversos son los motivos por los que hay gente que se queda en las arrasadas ciudades en agosto. Si el calor aprieta, como es lógica estacional, a algun@s se les hace especialmente difícil sobrellevar los días. A mí que me gusta llevar la contraria por norma general, me gusta estar, en agosto, en mi ciudad. Aparte de la socorrida expresión "¡qué remedio..!" espero pueda argumentar mi opinión.

Lo primero que se me viene a la cabeza es el tráfico en la ciudad. La ciudad se convierte en un desierto de asfalto en el que circular da gusto, te puedes mover en un periquete de punta a punta. Hasta aquí bien, diréis, pero... ¿moverte adónde y para qué? A mi me gusta especialmente tomar el sol, pasear, practicar deporte, ir al cine de verano al aire libre, ver exposiciones sin aglomeraciones e ir de tapas en las agradables noches estivales.

Otra cosa que me fascina es la ausencia de ruido, adoro el "mapa de silencios de -nombre ciudad-".

Me agrada, también, el cambio de caras. Dejar de ver a la misma gente a la misma hora, compartiendo lugar con la poca gente que está en tu misma situación, grupos entre los que destacan los inmigrantes y también (pero no por importancia numérica) los escasos "guiris" españoles y extranjeros, que se caen de un guindo para atreverse a venir a este paraiso de interior. Me gusta que haya gente que se sienta atraida por las maravillas historico-culturales de nuestra ciudad (si es que las hubiera).

Si te ataca un sentimiento de desamparo y echas de menos a tus paisanos, siempre puedes hacer una escapada a su destino preferido de repatriación... la playa más cercana (en nuestro caso véase Santander). Siempre dibuja una sonrisa en la cara ver al Sr Gonzáley y/o a la Sra Martínez con pinta de guiri en las playas o puestos de mercadillo playeros, comprando esas Rayban y ese bolso de Tous que luego lucirán, con arrogancia de clase, durante el largo otoño por las calles de nuestra querida ciudad.

¿Qué opináis del tema? Ante el duro agosto, alegra el rostro.
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9 comentarios:

  1. Frente a las grandes ciudades que se vacían durante este mes están los pueblos y ciudades pequeñas que florecen con la llegada de los "expatriados" a otras localidades y provincias.

    Ese tiempo para los reencuentros vacacionales, las puestas al día y las piscinas, vermús y cañitas vespertinas. Ver las Lágrimas de San Lorenzo en la naturaleza (o quedarte sin verlas por las nubes, como este año). Las fiestas con sus gaiteros de día y sus verbenas nocturnas...

    Un agosto distinto al de la costa y al de las grandes urbes.

    Saludos, compañero.

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  2. Pues yo firmo casi todo lo que escribes per donde pone verano pondría invierno. Mi ciudad, mi pequeñísima ciudad, y mi isla son en verano un hormiguero a 40 grados. Es en invierno cuando se puede conducir por calles, carreteras y caminos sin atascos, se pueden tomar tapas sin que el vecino de barra te clave el codo en los riñones, no tienes que hacer 40 minutos de cola para sacar dinero del cajero, puedes pasear por la playa sin tener que hacer eslalom de guiris y hasta cenar en tu restaurante favorito sin esperar mesa una hora... ¡En fin! Por suerte, ya queda menos verano...

    Aprovecha la paradisíaca soledad de tu ciudad

    Un beso de verano

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  3. Sí eso es lo que tiene el verano en la ciudad, y esta tiene playa, allí está todo abarrotado, en el centro hay fines de semana que se escucha hasta eco de tus pasos, hay veces que me pregunto si he sido abducida a otra realidad, de todas maneras me gusta pasear esos días.
    Me alegra leerte de nuevo.

    Besitos

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  4. Opino que hay que enfocar la vida dede el prisma más positivo posible, y que tú lo hces sacándole partido a una situación que normalmente no parece muy atractiva!! Además, yo siempre digo que las ciudades cambian según los ojos con los que las miremos!!
    Un beso (:

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  5. A mí las ciudades me gustan en invierno, en verano y siempre. En cada momento se disfrutan de manera diferente. Yo siempre encuentro algo para hacer. De hecho acabo de pasar un par de días en Madrid con todo el calor y me lo he pasado estupendamente.

    Saludillos de un alma urbanita.

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  6. Si no fuera por el insoportable calor que está haciendo estos días con avalancha de peregrinos papales incluida, estaría la mar de contenta con mi ciudad fantasma, disfrutando de la ausencia de aglomeraciones en una terracita. Pero como la situación es insostenible, llevo todo el verano haciendo merecidas escapadas, disfrutando de esos pueblos que mencionan las gariteras, aprovechando el aire mucho más fresquito por la noche y más respirable, y las típicas fiestas patronales de alrededor. Lo cierto es que quien no se consuela es porque no quiere :-)

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  7. Pues opino igual que tu. Aunque no niego que me gustaría tener algo en el campo. En una época de mi vida pasaba este mes en la playa y acababa hastiado de la masificación.

    Saludos urbanita que yo también lo soy, jajaja.

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  8. Totalmente de acuerdo es cuando se disfruta mas de la ciudad. Para viajar (cuando puedo, muy poco) prefiero la temporada baja.

    Saludos.

    Creo que otro comentario se me ha borrado.

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  9. Aquí sigo, aguantando el "chaparrón". Muchas gracias a tod@s por vuestros comentarios... me pongo las pilas y empezaré a contestar personalmente, que es un verdadero placer.

    Abrazos varios!

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Pesa las opiniones, no las cuentes.