El mostrarse serio y apenado en un funeral... ¿es algo obligatorio?
Me gusta saber estar en las diferentes situaciones que me ofrece la vida, pero he de reconocer que los funerales me descolocan. Son todos parecidos, pero no hay uno igual para nuestras emociones, ni en el comportamiento de las personas que acuden a un tanatorio y/o al entierro.
El fingir un estado de pena que no se siente me parece falso, pero mostrar una cara radiante o comportarse de una manera muy animada puede resultarme irrespetuoso para la familia.
Como acto familiar básico, un funeral suele ser un momento de reencuentro con familiares que hace tiempo no ves, y puedes sentir emociones encontradas, pena y alegría a la vez. Das y recibes muestras de cariño que no podrían ocurrir en ningún otro contexto imaginado.
El atuendo elegido no debe ser llamativo, no está bien visto que la familia vaya al bar después del entierro, es recomendable tener una posición hierática en la solemnidad del momento...
Si eres capaz de plantearte todas estas cosas, es que no estás implicado al máximo. Si es un familiar directo (véase padre, hijo, pareja, hermano), posiblemente el estado de shock no te permitirá plantearte estas cuestiones, y sufrirás, sin más. Soportándolo con fuerza y llorando desconsoladamente (que no tienen porque ser situaciones antagónicas).
De todas las maneras, la muerte es una parte de la vida que nos hace reflexionar de manera profunda, y eso siempre es algo positivo
...RIP.
Me gustaría conocer vuestro protocolo de actuación...
"Donde fueres, haz lo que vieres" que dice mi madre.
ResponderEliminarSi el difunto no es tan próximo como para poder plantearte tu actuación, está claro que la máxima es discrección, educación y respeto.
Tendemos a ponernos nerviosos y no saber qué hacer pero hay que sobrepornerse y actuar con naturalidad que los allegados y los que están sufriendo de verdad valoran sobre todo que estés ahí y des tu apoyo. Lo demás es secundario.
Deberíamos aprender que la muerte es parte de la vida por muy duro que resulte.
Siento haberte recordado tiempos tristes, Bea. Describes muy bien tus sensaciones y la repulsa a los cementerios. Yo con el tiempo he perdido ese miedo (sin caer en lo gótico) y no me importa pasear por un cementerio.
ResponderEliminarUn beso elevador!
Me quedo con lo último que dices, y lo suscribo.
ResponderEliminarLos nervios hacen posibles algunas situaciones tragicómicas, o al menos yo he vivido alguna de ese tipo.
Un beso purgado!
Como es natural cuando son tus muertos, es que parece que esté viendo una mala película, algo que no tiene que ver contigo, solo hay dolor por la ausencia. Y si es de conocidos intentan ayudar con respeto y discrección a los familiares.
ResponderEliminarDe todas maneras son situaciones muy incomodas y estresantes, sí.
Besitos.
Hace unos años me planteaba algunas de estas cosas cuando tenía que ir a un funeral, pero ahora no. Sé por experiencia que nada importa y que lo único que piensan las familias no es si alguien está triste o demasiado alegre. Sólo quieres un abrazo de las personas que están allí y que sabes que de verdad lo sientes. En todos los funerales, por lejanos que sean, siempre acabo llorando. No puedo evitarlo al ver lo que sufren los familiares.
ResponderEliminarUna corona de besos.
Las cosas que mencionan son adecuadas. Como dice LaLolash lo principal es la discreción y el respeto si no somos allegados.
ResponderEliminarLas últimas situaciones por la que he pasado me han demostrado que en el funeral en sí no enteras de mucho si se trata de un ser muy querido. Agradeces la presencia de personas conocidas, pero ésta es aún más gratificante el día anterior. Ya sea una breve visita para un simple abrazo y un beso o una compañía más larga, son momentos en los que la presencia de amigos es aún más útil que durante la despedida en sí.
Un abrazo.