9 de mayo de 2011

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Declaración Schuman (lo que se conmemora en el Día de Europa)

La Declaracion Schuman (9 de mayo de 1950)fue un nuevo impulso para la integración europea. No fue el primero, pero si supuso la primera realización práctica de un germen de europeísmo, la creación de la CECA (Comunidad Europea del Carbón y del Acero), un año después, en 1951.

Robert Schuman contó en el empeño europeísta con la colaboración de Jean Monnet. Fue el propio Monnet quién, después de la negativa británica a secundar la iniciativa francesa para poner en marcha la integración económica europea empezando por el carbón y el acero, optó por busca el apoyo del gobierno alemán del Canciller Conrad Adenauer. Si para Monnet, la vinculación de Alemania al proyecto de integración auspiciado por Francia debía significar la consolidación de la paz y la cooperación, para Adenauer, el concurso de Alemania desde el principio en dicho proceso de integración europea era fundamental para terminar con la llamada "cuestión alemana", lograr la definitiva reconciliación franco-alemana, y devolver a Alemania un justo y digno lugar en el nuevo orden internacional. La "Declaración Schuman" acordaba la puesta en común de las producciones de carbón y acero de los países europeos occidentales. El proyecto empezó por Francia y Alemania y contó rápidamente con la adhesión de Bélgica, Holanda, Luxemburgo e Italia.

A las 18 horas en el Salón del Reloj del Quai d'Orsay (París), Schuman pronunció su discurso, Monnet estaba sentado a su derecha.

La paz mundial no puede salvaguardarse sin unos esfuerzos creadores equiparables a los peligros que la amenazan.
La contribución que una Europa organizada y viva puede aportar a la civilización es indispensable para el mantenimiento de unas relaciones pacíficas. Francia, defensora desde hace más de veinte años de una Europa unida, ha tenido siempre como objetivo esencial servir a la paz. Europa no se construyó y hubo la guerra.
Europa no se hará de golpe ni en una obra de conjunto: se hará gracias a realizaciones concretas, que creen en primer lugar una solidaridad de hecho. La agrupación de las naciones europeas exige que la oposición secular entre Francia y Alemania quede superada, por lo que la acción emprendida debe afectar en primer lugar a Francia y Alemania.
Con este fin, el Gobierno francés propone actuar de inmediato sobre un punto limitado, pero decisivo.
El Gobierno francés propone que se someta el conjunto de la producción franco-alemana de carbón y de acero a una Alta Autoridad común, en una organización abierta a los demás países de Europa.
La puesta en común de las producciones de carbón y de acero garantizará inmediatamente la creación de bases comunes de desarrollo económico, primera etapa de la federación europea, y cambiará el destino de esas regiones, que durante tanto tiempo se han dedicado a la fabricación de armas, de las que ellas mismas han sido las primeras víctimas.
La solidaridad de producción que así se cree pondrá de manifiesto que cualquier guerra entre Francia y Alemania no sólo resulta impensable, sino materialmente imposible. La creación de esa potente unidad de producción, abierta a todos los países que deseen participar en ella, proporcionará a todos los países a los que agrupe los elementos fundamentales de la producción industrial en las mismas condiciones y sentará los cimientos reales de su unificación económica.
Dicha producción se ofrecerá a todo el mundo sin distinción ni exclusión, para contribuir al aumento del nivel de vida y al progreso de las obras de paz. Europa podrá, con mayores medios, proseguir la realización de una de sus tareas esenciales: el desarrollo del continente africano. De este modo, se llevará a cabo la fusión de intereses indispensables para la creación de una comunidad económica y se introducirá el fermento de una comunidad más amplia y más profunda entre países que durante tanto tiempo se han enfrentado en divisiones sangrientas.
Mediante la puesta en común de las producciones básicas y la creación de una Alta Autoridad de nuevo cuño, cuyas decisiones obligarán a Francia, Alemania y los países que se adhieran, esta propuesta sentará las primeras bases concretas de una federación europea indispensable para la preservación de la paz.
Para proseguir la realización de tales objetivos, el Gobierno francés está dispuesto a iniciar negociaciones según las siguientes bases.
La misión encomendada a la Alta Autoridad común consistirá en garantizar, en el plazo más breve posible, la modernización de la producción y la mejora de su calidad; el suministro, en condiciones idénticas, del carbón y del acero en el mercado francés y en el mercado alemán, así como en los de los países adherentes; el desarrollo de la exportación común hacia los demás países; la equiparación y mejora de las condiciones de vida de los trabajadores de esas industrias. [...].


61 años después, Europa sigue en construcción...

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6 comentarios:

  1. Siento pecar de cinismo... pero lejos de ese sueño europeísta e humanista lo principal que se ha perseguido en la creación de una Unión Europea ha sido el conseguir una economía fuerte y competitiva y ansias de expansión mercantilista. De hecho, cada vez que las cosas no van bien siempre se está pensando en "cerrar las puertas del espacio Schengen", como ha pasado con la gran crisis y el flujo de inmigración (de hecho Irlanda y el Reino Unido no forman parte de él). Y en la Unión Europea aún sigue habiendo hermanos ricos y pobres. La mitad de sus miembros siguen necesitando permisos especiales para residir o trabajar....y lejos de mejorar las condiciones de vida ahora nos vemos con un mercado aún más competitivo debido a la mano de obra barata que proporcionan los países del Este.

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  2. Justo buscaba encontrar esta respuesta, misántropa 2.0. El europeísmo siempre ha tenido la lacra de perseguir fines económicos como prioridad, lo que le ha generado una mala prensa y falta de implicación entre los propios ciudadanos europeos. Pero hay personas que han dedicado su vida y esfuerzos a conseguir una Europa unida, que la han soñado con sincero anhelo. Exijamos una Europa constitucional más sociocultural y menos pensada y orientada a la economía.

    Saludos misántropa!

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  3. Creo que hay sobre todo falta de información sobre la idea de Europa, que en la base es buena pero como tú bien dices lo único que llega a la calle es la cuestión económica y tapa todo lo demás. Complicado veo adquirir una mentalidad europea.

    Besos

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  4. A mí personalmente no me importa que Europa siga en construcción después de 61 años, siempre y cuando esa construcción sea para mejorar los modelos europeos económicos, socioculturales, etc...

    Puede que suene un poco dura, pero las grandes obras son eternas y la perfección es inalcanzable, siempre habrá algo que mejorar, que por otro lado, no es algo tan malo.

    ¡Un beso europeizado!

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  5. Falta de información y de interés por tenerla, ¿no crees Elysa? El movimiento europeo no llama la atención, no es un centro de interés. No entiendo la causa...

    Yo también lo veo complicado, saludos Ely!

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  6. Lo más importante de esta construcción es que su mayor impulso llegó cuando estaba en ruinas, devastada por las guerra entre países y surgió desde el impulso de las dos naciones enemigas por antonomasia: Francia y Alemania (superando el terrorífico Tratado de Versalles).

    Estas obras están muy paralizadas Fátima.

    Besos cimentados!

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