16 de mayo de 2011

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La moral provisional en Descartes

Puede que os parezca extraño que incluya esto dentro de mi blog, pero deberíais irme conociendo (soy un cajón desastre). 
Dentro de la obra del filósofo francés, este aspecto es el que me choca más, me deja perplejo. A ver que os parece...



René Descartes pretendió llegar a una moral racionalista, fundamentada en su propia razón. Esto implicaba decir NO a la tradición y a la autoridad.

De mientras, como solución temporal hasta que la elaborase, se guiaría por una "moral provisional", con los siguientes aspectos o fundamentos (reflexiones incluidas en la III parte del Discurso del Método):

1. "Seguir las leyes y las costumbres de mi país".
2. "Ser firme, consecuente y decidido con mis acciones".
3 "Procurar siempre vencerme a mi mismo antes que a la fortuna y alterar mis deseos antes que el orden del mundo".
4. "Aplicar mi vida al cultivo de la razón y a adelantar cuanto pudiera en el conocimiento de la verdad...".

No llegó a desarrollar su moral racionalista, por lo que esa moral provisional se convirtió en definitiva.
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6 comentarios:

  1. En definitiva, que soy un poco cartesiana, me temo. Ya me lo habían dicho, pero no quise creerlo :)

    Feliz día, monsieur

    Bisous

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  2. Para que una moral sea moral, debe ser racional.

    Sólo le encontramos una pega a su moral provisional, si nos permites ponernos nietzscheanas, que las costumbres y aún las leyes no suelen ser morales y por tanto no deben ser referentes de ninguna moral.

    De esto puede salir un gran debate, compañero.

    Besos.

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  3. La primera si que me deja turulata:Seguir la leyes y las costumbres de mi país. Si pensamos que las leyes las hacen hombres que se equivocan y las costumbres también... pues eso, no me convence. Resulta que estos días estoy rodeada de Descartes y Platón con su cueva, es que estoy ayudando a mi hija y sus compis con los finales. Y desde el sábado tengo filosofía hasta en la sopa. ¡uff!

    Besitos

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  4. La primera regla de sus reflexiones moralistas no me convence, opino como Elysa; si tenemos en cuenta que las leyes las hacen los hombres y éstos se equivocan pues ya ves...
    La segunda tiene bastante sentido, quizá fuese la que le diese pie a convertir esta moral provisional en definitiva.

    Tout ce que je sais, c’est que je ne sais rien.

    Un beso filosófico.

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  5. Con lo que supuestamente quería romper, es lo que abrazó es sus preceptos provisionales. Curioso y contradictorio. Pero en este blog ya sabéis que los contradictorios tenemos cabida.

    A veces no se llega a tener la ética que uno cree que debe seguir, por diversas razones. También se encuentran numerosas diferencias entre lo que predicamos y lo que hacemos.

    Muchas gracias Dame, gariteras y Ely por vuestros comentarios.

    Un abrazo definitivo!

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  6. Yo podría comprender (aunque no compartir) ese punto primero, Fátima, si no hubiera expresado su deseo de romper con la tradición y la autoridad, y guiarse solo por la razón. Está clarísimo que las leyes (emanadas desde la autoridad) y costumbres (sinónimo de tradición) de su Francia no eran muy racionales en algunos aspectos.

    Quería crear una moral revolucionaria y se quedó con una moral conservadora. A veces los pensamientos hay que convertirlos en hechos para que no sean simple palabrería.

    Eso que dijo Descartes ya lo había dicho Sócrates, aunque no en francés, jajaj.

    Solo sé que... que te mando un beso.

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Pesa las opiniones, no las cuentes.