19 de octubre de 2011

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Entre mis recuerdos



Las cajas de cartón, las bolsas de plástico y otros sistemas de almacenamiento básico contienen habitualmente gran parte de lo que fuimos, y también, de lo que somos. Se encuentran arrinconadas en cuartos oscuros, en camarotes, trasteros o galerías. 

Nadie se ha escapado de gestionar ese capital emocional, a veces por puro goce (o masoquismo), otras por motivos de organización, limpieza y/o espacio.

Ayer me dispuse a emprender ese viaje en el tiempo, sin elementos de seguridad que puedan frenar el golpe de los sentimientos que te embistan, quieras o no quieras. Sabes que vas a sonreír, sabes que vas a disfrutar, eres consciente de que sufrirás y también eres conocedor de que llorarás.

Me reencuentro con apuntes de mis diversas etapas estudiantiles, con notas intercambiadas con mis amores del momento, con fotos de esa gente de la que no me quiero olvidar en la vida. Te ves distinto en la mirada retrospectiva, no te reconoces, te cabreas por no haber escrito, sentido, desde la persona que eres hoy, ¡craso error, amigo!

Cercioro ideas sobre mi pasado con pruebas documentales, también experimento sensaciones perdidas y descubro algunas carencias de mi niñez. Los ideales e ídolos del momento, la necesidad de sentirme importante en los diversos grupos, me doy cuenta de que pasé por el instituto, pero que el instituto no pasó por mí.

Quiero volver a empezar de cero. Bueno no. Si mi pasado no hubiera sido así, posiblemente ahora no estaría reflexionando sobre ello, no sería lo que actualmente soy. Estaría muerto, estoy vivo. Sufro, tengo una sonrisa partida. Será mejor que baje toda esta cantidad de recuerdos que no volveré a recuperar (al menos de manera tangible) para seccionarlos en partículas, para reciclar. ¿Puedo reciclar la idea de lo que soy? Creo que esta noche me costará dormir. 

Tomo oxígeno en los viajes hasta el cubo azul. La noche es silenciosa, parece que todos los elementos se han puesto de acuerdo para que siga comiéndome la cabeza. Me lavo las manos pero mis entrañas no quedan limpias, les gusta el polvo y el aroma a rancio que desprende el pasado.

Apago la luz pero no apagué, ¿apagaré?

Os dejo con esta emotiva canción de Luz Casal "entre mis recuerdos".

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13 comentarios:

  1. Hace unos meses que me mudé a mi nueva casa. Y he experimentado lo que dices, encontrado fotos, notas absurdas pero importantes en esa época y que guardé por algún motivo, carpetas firmadas por compañeros, apuntes, cartas de amor... Y tengo que decir que la nostalgia se adueñó de mí, en este año especialmente que termina mi veintena (en unos días) y llegan los 30 (como suena!). Me ha hecho gracia descubrir un post sobre recuerdos, porque precisamente yo he buscado entre los míos como Luz Casal estos días... :-) Lo más difícil de todo, es decidir ¿que tirar y que conservar? De momento he aplazado la decisión, y las cajas se acumulan en el trastero!

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  2. Yo soy de esas que no tiene nada, y tengo almacenadas grandes cantidades de apuntes, textos, fotos, recortes de mi yo pasada , de esos que sé que han hecho a mi yo presente. Y desde luego, pocas cosas me gustan tanto como abrir una de esas cajas, sentarme en el suelo, y volver atrás por unas horas, como si el tiempo se hubiese detenido por un momento :**

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  3. Cuesta mucho desprenderse de objetos que en momentos determinados de nuestras vidas fueron cruciales. Y más aún si esos objetos indican que no hace mucho tiempo teníamos un incipiente optimismo y muchas expectativas respecto al futuro, ya que seguramente a lo largo de nuestro viaje vital han tenido que ser modificadas debido a diversas circunstancias. No obstante considero que es bueno realizar ese "viaje introspectivo" de vez en cuando, y entender, como tú bien dices, que lo que somos hoy, es debido, sin lugar a dudas, a todas nuestras experiencias vividas.

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  4. A modo de sugerencia, añadiría como petición del oyente la magnífica canción de Pedro Guerra: 2000 recuerdos:
    http://www.youtube.com/watch?v=x9eGnnH_hZo

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  5. Yo lo tiré todo. Cuando me mudé a la que hoy es mi casa, ahora tengo un montón de cosas acumuladas otra vez...está en nosotros guardar cosas, pero honestamente creo que es mucho mejor desprenderse de ellas, iba tirando cartas, apuntes de cosas, diarios sombríos porque cuando estaba de buen humor jamás escribía en ellos y me dolía...los tiré con la misma determinación con la que me hago la cera y dolió, pero me quedó más suave la piel del alma y ahora ando más ligera de equipaje como decía Don Antonio Machado... Un beso, Daviblio

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  6. Yo hice limpieza hace un tiempo, como Alma creo que me sentó bien. Lo único que por ahí está los albums de fotos y si de vez en cuando me da por mirar, cada vez encuentro que faltan más personas a las que quería. ¡Jolín, mejor lo dejo!

    Besitos

    PD: Gracias por el regalo.

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  7. Me encanta esa canción yo no guardo muchos recuerdos, porque he pasado por muchas mudanzas, y la verdad a mí me gustaria no haber tirado tantas cosas.

    un abrazo.

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  8. Son curiosas las casualidades. Después de algún tiempo, puedo volver a visitarte, y coincide que he dedicado parte del día a organizar papeles. La mayoría tonterías sin mayor importancia, clasificar, tirar... pero escondido entre la morralla profesional he encontrado un recuerdo de hace mucho tiempo... y he descubierto que me he alegrado de no haberlo destruido en su momento y que el tiempo por fin me permite verlo todo con una inmensa ternura...

    Luz Casal, como siempre, maravillosa.

    Un abrazo, compañero.

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  9. A estas alturas te puedes imaginar que soy de las que no tira nada, lo voy guardando y almacenando absolutamente todo y cuando me pongo a hacer limpieza lo tiro todo de golpe (excepto fotografías y libros, jamás me he deshecho de cosas así), me pregunto de dónde han salido tantas cosas con el poco espacio que tengo disponible y luego estoy un día y medio llorando al mirar la papelera vacía.
    Lo mejor: descubrir que tengo una excelente memoria, incluso no guardando nada.
    Lo peor: que la pruebas físicas que constatan mis recuerdos ocupan espacio y tengo que deshacerme de ellas.

    Creo que todos guardamos cosas (que después podemos decidir tirar o no) porque es algo innato, cosas que lo mismo no tienen valor material, pero sí sentimental; eso demuestra que tenemos un pasado, una personalidad, algo que nos define e identifica; quien dice no haber guardado nunca nada o bien miente o no es humano.

    Mañana voy a comprarme una librería de 2x2m porque vi las de La Lola Sh en una entrada y me planteé hacer algo al respecto con mis libros, aparte he encontrado (despejado) una pared en una habitación... jajaja! Eso significa revolver muchas cosas y recuerdos, así que deséame suerte y que no llore mucho.

    ¡Te mando un beso que espero forme parte de tus recuerdos!

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  10. Me encanta lo sugerente que es el tema de los recuerdos. Gracias por compartir vuestras reflexiones conmigo.

    Besos añejos para tod@s!!

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  11. Uff, y acabo de hacer una limpieza de años de cosas juntadas al santo botón. Vacié un galpón y mi oficina, escritorios, roperos, estanterías... nada se libró de mi ánimo de reciclaje. Pero claro, no todo terminó en el basurero, aquellas cosas que marcaron mis recuerdos, las conservo.

    Muy buena entrada!

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  12. Es bonito y a la vez duro enfrentarse a los recuerdos. No se puede conservar todo...

    Gracias Ana Laura, un beso reciclado!

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  13. Se me pasó esta entrada en su momento... Dura y preciosa al mismo tiempo. De una sinceridad que duele porque a muchos, sobre todo a aquellos que tenemos cierto síndrome de Diógenes con los recuerdos, nos sentimos identificados con tus palabras. Es imposible no reír y llorar cuando se abren esos cajones, esas cajas, esas bolsas... Auténticas bombas emocionales. «Me lavo las manos pero mis entrañas no quedan limpias, les gusta el polvo y el aroma a rancio que desprende el pasado.» Menuda frase... Sólo por ella ya valdría la pena esta entrada, David. ¿Sabes? Me gusta haberla descubierto ahora, casi un año y medio después. Entonces creo que te hubiera entendido como te entiendo ahora.

    Un beso nuevo que aspira a no llenarse nunca del polvo del pasado

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