El "Pueblo", a menudo escuchamos esta expresión, pero en nuestra sociedad sedada una persona cualquiera pudiera desconocer el significado real. Me conmueve ver las imágenes de Egipto con la muchedumbre en la calle. Más allá de la (des)información mediática, me paro a reflexionar sobre los motivos que pueden llevar a las masas ciudadanas de un país a la calle. Tras imaginar las penurias vitales de los egipcios de a pie, empatizo con ellos y me pongo de su lado.
Los gobiernos, corruptos (por desgracia) por definición, caen, por si fuera poco, en la tiranía. Para Maquiavelo, Mubarak sería un genio, un gran estratega que ha sabido perpetuarse en el poder, ser un aliado perpetuo de los poderes dirigentes en el mundo y vender una imagen de freno del islamismo radical en una zona tan importante como es el encuadre de la geografía egipcia. Bajo él, pisoteados, el grueso de la población.
Una nación en la que el dinero se mueve, gracias a sus tesoros turístico-históricos y la actividad agraria, pero que como en el mejor artificio de un mago es visto y no visto. Nunca cae en sus bolsillos. Riqueza mal repartida, por tanto (algo recurrente en diversas latitudes).
A ello se le suma la privación de los Derechos Humanos, algo que no hace falta ser muy lumbreras para darse cuenta, se puede vislumbrar simplemente con la desmedida reacción del gobierno ante las manifestaciones populares. Con los tanques en la calle (me recuerda tantos episodios europeos del siglo pasado...) y con un toque de queda, que deja "libres" 7 horas al día. Otra medida alucinante y represora ha sido el corte de Internet.
Ante esto, la respuesta internacional de nuestros dirigentes es, como casi siempre, comedida, descafeinada, insipida, inutil o inexistente. Politicamente correcta pero sin pringarse. Nuestros noticiarios nos ofrecen las impactantes imágenes, para acto seguido mostrarnos las consecuencias que "realmente deben importarnos": la incertidumbre en el Canal de Suez y la consiguiente subida de precios del petróleo. Nos preocupa más que se dispare el barril de Brent que el disparo a un egipcio, las gotas oscuras de mineral que las lágrimas de una población harta de atropellos y vejaciones.
Me encanta la emancipación ideológica del Pueblo egipcio, me encanta la pirámide invertida. Esa sociedad milenaria acostumbrada a estar sometida -bajo poderes faraónicos, primero, y dictatoriales, después- se ha cansado de soportar y pretende desprenderse de su yugo opresor.
La maldición o un próspero futuro caerá sobre ellos, ¡solo el tiempo lo dirá!
Esperemos, monsieur, que esto no sirva a los de siempre para pescar en río revuelto.
ResponderEliminarBuenas noches
Bisous
A mí también me conmueve ver a miles de personas echándose a la calle y, aunque no presto mucha atención a lo que dicen los periodistas en la televisión, sí que me quedo mirando la pantalla muy pensativa, intentando ponerme en la situación de esas personas.
ResponderEliminarAnalizo los motivos que mueven a tanta gente a protestar y los comprendo, me solidarizo con ellos.
El otro día se me rompió el alma en mil pedazos al enterarme que un grupo de vándalos aprovechó esta delicada situación en el país para hacer de las suyas; muchas antigüedades del museo egipcio en El Cairo fueron dañadas e incluso destrozadas, entre ellas dos momias. Te va a parecer una locura, pero lo primero que me vino a la cabeza cuando me enteré de tan horrible noticia fue un comentario que te dejé en una entrada bastante antigua (no recuerdo el título, sólo que estábamos debatiendo si se deberían retirar algunos símbolos ideológicos, creo que fue en una entrada de Corea..) en la que dije algo así como que esperaba que a alguien no le diese por destruir las pirámides; imagina el tembleque que me entró... si es que bien dicen que para ser feliz hay que tener buena salud y mala memoria.
Un beso y siento haber desviado el tema hasta este punto, espero que no te importe.
Ojalá sea el próspero futuro lo que caiga sobre ellos, las maldiciones que se queden en las tumbas faraónicas.
ResponderEliminarSaludos
¡Excelente entrada Davibiblio!
ResponderEliminarMe ha hecho mucha "gracia" escuchar hoy a nuestra polivalente ministra de "asustos" exteriores Trini Jiménez afirmar que de manera alguna Marruecos tomará ejemplo de Túnez y Egipto. Digo que me hace gracia, porque me resulta realmente irónico que un componente de ese proyecto llamado "Alianza de civilizaciones" se congratule de que un país como Marruecos siga bajo el mando dictatorial de su rey con tal de que no nos corten el gas ni nos toquen mucho las narices. En fin, qué mundo más hipócrita. yo sólo espero que estas revueltas no sean algo anecdótico sino el principio de algo mucho más grande. El pueblo reclamando lo que le pertenece: libertad y una vida digna.
Hay muchos que pescan... supongo que usted se refiere al fundamentalismo islámico, ¿verdad?
ResponderEliminarNo me importa que te preocupes por la salvaguarda del patrimonio egipcio, ¡faltaría más Fátima!
ResponderEliminarHe estado buceando por el blog y pusiste lo de las pirámides en la entrada de la casa de los "terrores", recuerdo que Edurne propuso que nos mojáramos con eso del valle de los caídos...
¡Vaya memorión Fátima! Espero no te sea impedimento para ser lo más feliz posible.
Esperemos que los tesoros egipcios no sufran las consecuencias, pero creo que no debemos preocuparnos, no van por ahí los tiros...
Un beso!
¡Eso mismo espero yo Sandra! Las maldiciones están muy bien para los relatos misteriosos novelados, filmados... para nada más.
ResponderEliminarSaludete!
Muy bonito comentario Edurne. La ministra espera que no ocurra porque le gusta que el mar esté en calma. Da igual que ese mar sea tóxico, lo importante es que no les salpique.
ResponderEliminarY eso una progre de pro, imagina lo que pensarán otras con menos "Esperanza".
Próspero futuro... o eso espero, esperamos!!!
ResponderEliminarUn beso,
Están las cosas calentitas Carmen, lo que está claro es que la transición será complicada... regada de sangre, sudor y lágrimas.
ResponderEliminarUn beso!