7 de febrero de 2013

9

Hacer o no el Carnaval


Una de las fiestas populares más arraigadas en nuestra cultura es el Carnaval. En el pasado, esta celebración era uno de los pocos momentos anuales en los que se podía salir de la rigidez impuesta por los invisibles (o no) códigos morales socio-religiosos  Una mínima libertad con un slogan de "todo vale". Un "disfrazarse para quitarse el disfraz". Se dejaba salir al ser alegre que podría ser que llevaban dentro, sustituyéndolo por el triste y serio disfraz de lo que debía ser, que es el que se portaba el resto de días del año en el teatro de la vida.

En los tiempos que corren, cada vez hay más gente auténtica a lo largo del año. Siempre hubo, pero antes eran mayormente señalados y condenados. Ser diferente era una tragedia vital que te podía condenar a muerte.
Hay personas que, a diario, les gusta llamar la atención de una manera estrambótica y exagerada. La búsqueda infinita de ser diferente tiene que ser puro desasosiego. Puede estar motivada por una actitud de protesta hacia un mundo que no es el que idealizan, o puede ser algo más simple... Pretender que te miren y/o hablen de ti. Pero también hay personas que son carnavalescas, caricaturas de sí mismas sin ni siquiera pretenderlo.

Los carnavales tienen muchos significados dentro de su ambiente festivo: liberación sexual, desahogo a modo de desfase de la dura vida, una fecha para reafirmar la identidad o pertenencia al grupo con los amigos (cooperación e interrelación), un momento para conocer a gente aprovechando la ausencia de reglas, efectuar una crítica social irónica con los disfraces o en rimas musicales de chirigota...

Personalmente, he de decir que nunca he sido muy partidario de vestirme o travestirme (es alucinante la tendencia de los varones a disfrazarse de mujer). Siempre he sido de los que dicen que me basta una goma alrededor de la nuca para tener el disfraz completo. Ahora sí que puedo decirlo. Llamo la atención sin pretenderlo y sufro cada día por ello. Echo de menos aquel tiempo en el que podía pasar inadvertido o que intentaba solamente atraer la mirada de aquella persona que me atraía. 
Este año me he librado del carnaval por agenda, pero no voy a poder esquivar las miradas de la gente a mi diferencia. Por lo tanto, seguiré con mi viacrucis carnavalesco hasta que el destino me depare otra cosa, peor o mejor.


¿Qué disfraz portarás? ¿Hecho o comprado? ¿Cuál te gustaría llevar? 

¡Qué lo paséis en grande!




votar

9 comentarios:

  1. Me gustan los disfraces, los de verdad, los que te permiten imaginar que eres otra durante unas horas, una otra que desaparece cuando, ya en casa, vuelves a quedarte desnuda. Sin maquillaje, sin máscara, sin telas de fantasía. Odio los disfraces que algunos visten cada día, esos disfraces que se les meten dentro del cuerpo y con los que engañan a los que se cruzan en su camino.

    Muchas veces desdeñamos la importancia de una mirada. Del daño que puede hacer. De la rabia que puede llegar a ocasionar. De las lágrimas que puede provocar. Por suerte, también hay miradas que hacen bien. Que curan, que te suben el ánimo, que te hacen sentir especial, que te encienden, que te llenan el corazón y te emborrachan la mente. Aunque no puedas ignorar las primeras, piensa en las segundas.


    Un beso y una mirada

    PS: este año no hay disfraz, pero, si pudiera, me gustaría disfrazarme de Wonder Woman

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estoy acostumbrándome al primer tipo de miradas. Casi he olvidado lo que es recibir una de las segundas.
      Es muy difícil ir a pecho descubierto en esta vida, en cambio, tu lo consigues.

      Un beso sin disfraz.

      Eliminar
  2. ¿llamas la atención sin pretenderlo? ¿llevas el pelo teñido de fucsia?? :-P
    Me encanta disfrazarme, aunque creo que este año no lo haré... A mi el carnaval me gusta mucho.. creo que es sano disfrazarse y jugar a ser otro durante un rato :-)

    Hasta ahora, siempre he querido no ser diferente... pasar inadvertida, como una más, seguir un poco la corriente. Pero con los años te vas quitando la careta.. o al menos yo lo he hecho... y no me corto en ser como soy. (bueno, no del todo.. jeje) Y si miran, pues yo sonrío.

    Carnaval Carnavaaaal.... Carnavaalll... te quierooo... lalalalal

    Besos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Caliente, caliente... Pero mi apariencia está siendo impuesta por la naturaleza. Yo hace tiempo que no puedo pasar inadvertido. Quiera o no.

      Creo que aciertas con demostrar autenticidad. Muchos besos.

      Eliminar
  3. No sé, no soy muy carnavalera, no niego que me gusten verlos, pero no me animo. Será porque pienso que ya hay demasiados disfraces todos los días. Y además que no valgo para disfrazarme nunca, se me descubre enseguida.


    Besitos


    PD: Poco a poco iré leyendo entradas pasadas para ponerme al día. ¿vale?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que estás en lo cierto, Ely. Pero hay gente auténtica (no tienes mas que mirar al espejo).

      Gracias. Besitos!

      Eliminar
  4. Espero que no importune mi visita a destiempo, pero estoy echando un vistacillo a la mayoría de las entradas que me he perdido y tengo pensado investigar en mis ratos libres...

    A mí siempre me ha gustado el Carnaval y hace dos años que he recuperado la costumbre de disfrazarme. Me gusta porque por unas horas puedo ser alguien diferente, como si estuviera rodando una película o algo así y eso me divierte.
    Estoy totalmente de acuerdo en que los hombres (no todos, claro) tenéis tendencia a poneros ropa de mujer aprovechando cualquier fiesta de disfraces, es alucinante la de chicos que vi así cuando salí; que por cierto, yo este año iba de vaquera... (iba divina... jajaja!!! Me estuve haciendo fotos sin parar), con disfraz mitad comprado y mitad añadido por mí.

    Me ha intrigado mucho lo de que llamas la atención, si no es mucha intromisión, que no quiero parecer cotilla... ¿Es por el aspecto, indumentaria o cosas así, o por algo más espiritual? Porque si es por tus ideas a mí la gente me mira raro cuando suelto alguna de mis ingeniosas, aunque retorcidas ideas.
    Sea por lo que sea... ¿Sabes qué? Que para mí no hay nada peor en el mundo que ser vulgar y corriente, y aquí tus seguidores (yo la primera) te queremos tal y como eres.

    ¡Un besazo y sé feliz con o sin disfraz diario!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias pirbinteresarte, Fátima. Es por mi aspecto, pero son cambios no elegidos. Ahora vivo en perpetuo carnaval porque llamo la atención... Todo es acostumbrarse y aceptar lo que nos llega.

      Un besa o y gracias por tu apoyo.

      Eliminar
    2. Disculpa los fallos de escritura... Es que me bailan las letras con el teclado del móvil.

      Eliminar

Pesa las opiniones, no las cuentes.