Felices por el periodo de paz que ha supuesto el debilitamiento de ETA y por las consecuencias tan positivas para la sociedad vasca y española, ahora sufrimos una nueva ola de terror, ecológica, la de los incendios provocados.
Diferentes intereses y patologías mentales e incluso algún adolescente que se cree gracioso e importante haciendo estas fechorías contra el bien común de la naturaleza.
Gentes que han visto como su mundo rural conformado, dibujado, durante decenas de años se reduce a cenizas en tan solo unas horas, dejando un poso de tristeza y una rabia trágica que llena los corazones de un humo gris que no permite la respiración. Una impotencia de miles de hectáreas en sus seres y entendimientos. La mirada perdida y lágrimas azufradas en el rostro.
Esto es realmente una pena...por las perdidas materiales en la naturaleza...los bosques tardan mucho en recuperarse...pero eso no lo entiende nadie...ni los políticos ni quienes provocan estos actos...y bien dices...lágrimas de impotencia....besooooss
ResponderEliminarUn verano terrible... Imágenes como éstas te dejan sin palabras...
ResponderEliminarBesotes!!!
Lamentablemente, no es nada nuevo este "terrorismo". Las recalificaciones en los suelos en España, las ambiciones… hacen que ello sea frecuente. En cuanto a porcentaje, creo que es en menor medida los incendios causados por los pirómanos y jovencitos descerebrados.
ResponderEliminarAbrazos
Se me parte el alma cada vez que veo a la gente frente a sus casas, sus jardines, sus huertos y sus animales abrasados. Sus vidas tardarán años en volver a crecer, como los bosques quemados. Lo mismo me ocurre cuando conduzco por la zona norte de la isla, quemada el año pasado, entre los esqueletos carbonizados de lo que fue un bosque. Por suerte, de momento (porque con este gobierno nunca se puede estar segura de nada), no se puede construir en una zona quemada.
ResponderEliminarBesos
Quizá los recortes salvajes y que la administración no limpie los montes tenga algo que ver, además del calor, de los pirómanos... digo yo, porque de esto siempre hubo, pero ningún año como éste.
ResponderEliminarHola! qué tal? Acabo de descubrir tu blog, le he estado echando un vistazo y me ha gustado mucho, volveré a visitarlo más a menudo, te mando un abrazote!
ResponderEliminarSí, es terrorismo, no tiene otro nombre esta maldad que destroza en esta medida. No sé que me enfada más si la incosciencia de esos niñatos descerebrados o la mala baba de los epeculadores que pagan para que alguien provoque los incendios y luego poder construir. La cuestión es que nos están dejando sin zonas verdes y a muchos sin sus casas y medios de vida. ¡Muy triste!
ResponderEliminarBesitos
No doy crédito cómo puede haber gente tan descerebrada como los críos ésos. O gente tan descuidada como para hacer hogueras, trabajar con una radial en un campo seco o tirar una colilla por la ventanilla.
ResponderEliminarTambién es verdad que la mayoría de bosques y campos están muy descuidados y ya no hay ganadería como había antes. Yo ponía a esa gente a limpiar campos 8 horas al día.
Me respondo para decirte que tienes un regalito en mi blog.
EliminarEspero que te guste! ^_^
Me produce un especial desazón lo de los incendios, y no solo eso también ira y ganas de venganza, de que paguen su culpa los responsables...ufff me pone de muy mala h...
ResponderEliminarBesos.
Espero no te moleste lo de los besos, pero con Bea por ahí se me fue la olla, jajaja.
ResponderEliminarLo que más rabia me da es que este tipo de terrorismo no tenga una solución inmediata y tajante para frenarlo, y que en cuestión de horas se destruya algo que tardará años en volver a recobrar su aspecto original, es una lástima; en cuanto a las personas que han perdido sus tierras y hogar, casi no me salen las palabras por lo triste que me pongo...
ResponderEliminarYo no sé si habrá tanto pirómano suelto como para hacer esto, pero lo que no me cabe duda es que la mayoría de los incendios provocados son promovidos por intereses y dinero, pero ante ambos casos, la situación ha pasado de ser preocupante a alarmante.
Un beso.